Si la semana pasada el PP de Benalmádena criticaba al actual tripartito que gobierna el municipio (PSOE, UCB e IU) por la paralización de las obras de la rotonda Solymar, ahora es el Ayuntamiento quien intenta tranquilizar a vecinos y comerciantes de la zona asegurando que se volverá a sacar a concurso la obra, después de haber obtenido financiación a través del plan Qualifica de la Junta de Andalucía. El coste de las obras asciende a unos 250.000 euros, de los cuales el 70% procederán de la subvención del Qualifica, y el 30 % restante del Consistorio.

La remodelación de un tramo de la avenida Antonio Machado y la creación de una nueva glorieta frente a Solymar fueron proyectadas en 2009, con financiación procedente del primer Plan E, antes de la moción de censura contra el actual alcalde, Javier Carnero.

El concejal de Urbanismo y Obras, Joaquín Villazón, explicó ayer que «el equipo de Enrique Moya incrementó el coste de este proyecto desde los 700.000 euros iniciales hasta 1.400.000 euros, dejando incluso fuera la creación de la nueva glorieta». «Tuvieron dos años para ejecutar la construcción o buscar subvenciones, pero se limitaron a cargar la construcción de la glorieta directamente a los presupuestos municipales, aún a sabiendas que las arcas municipales carecían de dinero para este gasto», añadió. Villazón recordó que las obras comenzaron, pero sólo quedo ejecutado el 10%, ya que Moya «no fue capaz de abonar a la empresa el primer pago, por lo que ésta decidió paralizar los trabajos hasta cobrar».

Por su parte, el presidente del PP de Benalmádena, Enrique Moya, aseguró que la principal causa de la paralización de esta rotonda «ha sido que el Ayuntamiento no ha respetado la gestión del PP con la empresa constructora», por lo que exigió que se retomen las negociaciones con dicha empresa.