­La Sección Primera de la Audiencia de Málaga tiene previsto juzgar en junio a un hombre acusado de asesinar a tres mujeres en menos de dos meses en dos localidades de la Costa del Sol. Así, la Fiscalía malagueña solicita una pena de 63 años y medio de prisión para el hombre, al que acusa, además, de delitos de robo. La que era su pareja será juzgada por estafa.

Los hechos sucedieron en agosto y septiembre de 2011 en las localidades de Mijas y Marbella, y en los tres casos el hombre, de nacionalidad alemana, había contactado por teléfono previamente con las mujeres, bien para servicios de carácter sexual o como masajistas, según consta en el escrito de conclusiones provisionales del fiscal.

En el primer caso, ocurrido el 10 de agosto, el acusado fue a un edificio de apartamentos de Mijas-Costa donde residía la mujer con la que había contactado previamente. Una vez entró, dice la calificación inicial, a la que tuvo acceso Europa Press, esgrimió un cuchillo y «asestó 18 puñaladas» a la víctima en distintas partes del cuerpo para luego hacerle un nudo en el cuello con una funda de almohada.

La mujer murió y el acusado se llevó dinero, dos teléfonos y varias tarjetas de crédito. Ese mismo día, dice el ministerio fiscal, fue con su pareja, también acusada, a una sucursal bancaria donde ella, sabiendo que la tarjeta era ajena, hizo cinco extracciones por valor de 200 euros cada una contra una cuenta del hijo de la fallecida.

Unos días más tarde, sigue el relato de la acusación pública, el hombre fue al domicilio de otra mujer, también en Mijas-Costa y después de haber concertado una cita para sus servicios como masajista. En este caso, «por motivos que se desconocen, pero con el ánimo de acabar con su vida, golpeó a la mujer con un objeto cortante», lo que le causó heridas que le provocaron la muerte.

Finalmente, según la Fiscalía, el 9 de septiembre, el acusado fue a la vivienda en Marbella de otra mujer y una vez dentro, la maniató y le asestó al menos 18 golpes con un objeto cortante, provocándole la muerte, tras lo que se apoderó de tarjetas bancarias. Ese mismo día fue también con su pareja para que ella realizara varias extracciones, aunque no pudieron.

El acusado, que fue detenido pocos días después, estaba en España con una identidad falsa, utilizando un pasaporte irlandés que no era auténtico. Además, en su vivienda tenía más documentación igualmente falsa y conducía un coche sin autorización. En cuanto a la que era su pareja, no tenía la autorización administrativa para residir legalmente en el país.