La música malagueña tiene esta noche una cita de primera categoría: el regreso de Tabletom tras el fallecimiento, el pasado mes de junio, de su carismático cantante, Roberto González Rockberto. Será a partir de las 21.00 horas cuando los hermanos Perico y Pepillo Ramírez, miembros fundadores de la mítica banda, presenten a Tony Moreno sobre las tablas del Teatro Cervantes. El renovado grupo ofrecerá un repaso por las composiciones de sus treinta y cinco años de carrera. Sus grandes clásicos sonarán a través de la garganta de Moreno. El granadino, cantante de Eskorzo, acaparará inevitablemente todas las miradas.

¿Están los seguidores de Tabletom preparados para el cambio? ¿Es demasiado pronto para que la banda inicie una segunda vida? ¿Abrazará el público la voz de Moreno con naturalidad o pesará más el recuerdo de Roberto? Con el fin de conocer las distintas opiniones respecto a éstas y otras cuestiones, La Opinión ha preguntado a un grupo de músicos locales sobre la segunda vida de Tabletom que comienza hoy.

«Hay que hacer un esfuerzo para entenderlos», asegura Salva Marina, cantante de Los Perrillos y uno de los productores del documental Todos somos estrellas, que repasa la trayectoria de Tabletom. «Ellos no quieren dejar de tocar sus canciones y Tony es un tío al que siempre le ha gustado Tabletom. Y le gusta de verdad, incluso más que a muchos malaguitas. Todos tenemos dudas de lo que vamos a sentir cuando lo veamos, pero deseo que les vaya muy bien. Perico está muy ilusionado y componiendo nuevos temas. Son unos musicazos y se merecen la oportunidad de continuar y de poder funcionar de otra manera, algo que, hay que reconocerlo, no podían hacer con Roberto».

El cantante Javier Ojeda también considera una buena noticia que Tabletom haya decidido seguir adelante, aunque mantiene que «los resultados» sobre el devenir de la banda se verán con las nuevas canciones. «Está claro que no van a ser los mismos de antes, porque Roberto tenía una personalidad única. Lo que me preocupa es que el nuevo cantante no sea exclusivo y que comparta su tiempo entre Eskorzo y Tabletom. Eso puede ser causa de conflictos en el futuro». El líder de Danza Invisible confiesa que no se sentiría mal si su grupo decidiese continuar si él faltase un día -«Para nada: yo fui el último en llegar»- y mantiene que los componentes de Tabletom «están motivados y no se les pueden cortar las alas».

El saxofonista de Chambao, Roberto Cantero, se declara un absoluto admirador de Tabletom, grupo al que considera «los embajadores de la música malagueña», y opina que su regreso le parece «una idea fantástica»: «Para mí Tabletom ha sido el orgullo de ser músico malagueño. Son un referente y la tarjeta de presentación musical de Málaga. Los escuchas y te metes en Málaga, aunque estés en Moscú». Además, Cantero ve con buenos ojos que el nuevo proyecto haga que Tabletom adquiera una «nueva personalidad». «La vida sigue», reflexiona.

Por su parte, Tony Zenet será el invitado estrella del concierto de esta noche. El cantante de Los mares de China, que interpretará varias canciones (entre ellas, la emotiva Algo así como un tango), recuerda con cariño a Tabletom, grupo que presenció en primera persona sus comienzos en la música. «Cuando yo tenía quince o dieciséis años, ellos me permitían subirme al escenario alguna que otra vez y hacer mis primeros pinitos». Zenet piensa que el recuerdo de Roberto no debe pesar en la nueva etapa de la banda, aunque reconoce que su ausencia será un trago de digestión lenta para los admiradores de toda la vida.

«Para los que los conocemos desde hace tanto tiempo puede resultar difícil quitarnos de la cabeza la imagen de Roberto al frente de Tabletom. Pero también pienso que es muy esperanzador que las nuevas generaciones, la gente joven que no haya tenido la oportunidad de conocerlos, pueda hacerlo ahora, aunque le pongan otra cara, y disfrutar de su música».

También el guitarrista de El Trío del Saco, David Quintero, apoya a los nuevos Tabletom, grupo al que considera uno de «los padres» del rock en Málaga. «Me parece que Tabletom tiene el derecho de reivindicar su sitio en la música y de continuar su historia. Tabletom es donde todos nos hemos bañado: un referente. Sería una pena que no siguieran», asegura, a la vez que considera que Tony Moreno tiene «muchas tablas» y encaja con el grupo a la perfección.

La cantante Vanesa Martín también se suma a la alegría por la continuación de la banda: «Me encanta. Creo que es gente con duende, con chispa, además de muy buenos profesionales y muy buena gente. Roberto ha dejado un importante legado de canciones y toda una filosofía de vida. Y su alegría estará siempre por encima de todo».

Faltan pocas horas para que se levante el telón y conozcamos a los nuevos Tabletom. Málaga está dispuesta a ser conquistada como ya lo fuera para siempre una noche de 1976. Un deseo que es tan suyo como nuestro.