Máxima expectación ayer por la tarde en el improvisado albero que se instaló en la céntrica plaza de La Merced, con motivo de la clase magistral que impartió el torero Julián López El Juli a los alumnos de la Escuela Taurina Provincial de Málaga y a los aficionados del mundo del toro, algunos con poco más de un año de vida.

El diestro madrileño enseñó su forma de entender la tauromaquia en un espacio distinto a las tradicionales plazas de toros. «Es fundamental lograr la flexibilidad del cuerpo, acabar con la rigidez, para conducir el toro. Lo más difícil es soltar la muñeca, pero es la base para conseguir profundidad en una faena. Por supuesto que hay que controlar la técnica y aprender a colocarte, pero luego es el torero el que aporta el sentimiento», explicaba el matador de toros, que se convirtió en el profesor de un numerosísimo alumnado, que oyó con gran atención sus instrucciones.

Muchas fueron las preguntas que le hicieron al maestro: Cómo coger la muleta, el manejo del capote, la técnica para entrar a matar.... Y El Juli transmitió su sabiduría a los nuevos valores malagueños del toreo. «Matar es el momento más peligroso, porque hay un instante en que le pierdes cara al toro y ese descontrol te hace pasar miedo», aseguró a los asistentes. Con esta iniciativa, la Casa Chopera, empresa que gestiona la plaza de toros de La Malagueta, acercó los conocimientos de El Juli a las futuras promesas del toreo. El madrileño toreará en la corrida malagueña del Domingo de Resurrección, en la que compartirá cartel con Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante, con reses de Núñez del Cuvillo.