¿Salvador Vega de dónde es?

Todo el mundo me lo pregunta, intentando que diga si soy de Málaga o el Campo de Gibraltar. Creo que no es necesario que me defina por ninguno, porque me siento de los dos. Nací en Málaga, me crié en Fuengirola que es de donde es mi familia, pero también es cierto que con 9 años me fui a Algeciras y es allí donde me he hecho hombre y torero. Mi corazón está repartido y no sería justo renegar de ninguna de las dos provincias. Tanto a Málaga como a Cádiz les debo mucho y les estoy muy agradecido por el respaldo que me han dado.

Precisamente plazas como Algeciras y Málaga siempre han sido talismanes en sus últimas temporadas.

Así es, la lástima es que los triunfos en Málaga las dos últimas temporadas hayan sido en el mes de agosto, y con la temporada ya hecha. El año pasado me pude proclamar triunfador de Algeciras, y se adelantaron un poco las circunstancias. Ojalá este año suceda igual a partir de mi próxima corrida del 21 de junio en el Coso de Las Palomas. Lo que sí que es cierto es que de lo que más orgulloso me siento, en lo que se refiere a La Malagueta, es que en estos dos últimos años, cuando he tenido las cosas más complicadas, ha sido cuando he sentido más afinidad con el público y he podido mostrar más nivel.

¿En qué momento se encuentra?

Después de años complicados, en los que incluso llegué a desilusionarme, de nuevo me encuentro preparado para volver a esas ferias en las que era un fijo tras mis primeros años de alternativa. Me costó digerir la nueva situación, a veces por inmadurez y otras por no saber poner las cosas en su sitio, Desde la lejanía, quizá entonces lo mejor hubiera sido apartarme un tiempo de los ruedos. Pero ahora todo eso ha cambiado, aunque no es sencillo volver a entrar en el circuito. Con total sinceridad, sobre todo desde 2010 me encuentro con mucha ilusión, rayando a un gran nivel. Lo malo es que si no vas con el respaldo de una gran empresa es muy difícil que te ponga. Tengo la paciencia suficiente para esperar el tiempo que haga falta para volver a ese sitio que me gané en el ruedo.

Antes de Semana Santa se mostró muy dolido por su ausencia en la Corrida Picassiana. ¿Estaba en juego el título de ‘Torero de Málaga’?

No fue fácil digerirlo, sobre todo cuando te lo ganas en la plaza y el público es testigo de eso. Tampoco creo que en esa corrida estuviera en juego el título de ‘Torero de Málaga’, porque las carreras son muy largas y esta es una profesión de fondo. Yo soy ejemplo de eso. Hay que tener paciencia y en una tarde no se va a definir quien va a ser el torero de Málaga. Lo que es una pena es que se privara a la afición de vivir el presente, que es muy bonito. Me habría encantado que se me hubiera permitido competir con Javier Conde y Jiménez Fortes en la plaza.

Y sin embargo renunció a acudir a la Corrida de la Prensa del próximo 17 junio...

Fue desde la humildad. Nunca fue despecho ni chulería. Era simplemente porque siempre me habían llegado los triunfos en agosto, y a mi me interesaba empezar en abril por el empujón que mi plaza le podía dar a mi carrera. Por eso pedí entrar en Semana Santa, y se vio que habría tenido sitio en esos carteles perfectamente. En principio hubo buena disposición por parte de la Casa Chopera, pero al final se enrareció todo y me quedé fuera.

Aún hoy se recuerda el encontronazo que tuvo en sus años de mayor gloria con la Casa Chopera en Bilbao. ¿No tuvo miedo de que le volviera a pasar factura esta decisión?

Son cosas que pasaron en su momento. Mi apoderado Pedro Castillo hizo un planteamiento, pero creo que después de tanto tiempo es mejor dejarlo pasar porque además las circunstancias hicieron que fueran así. En su momento se solucionó y todo quedó muy claro. Es algo que por mi parte está totalmente olvidado y estoy seguro que por la Casa Chopera también. Han pasado muchas cosas desde entonces.

¿Cómo ha trastocado la planificación de la temporada el no haber estado en Málaga durante la pasada Semana Santa?

Se planeaba esta actuación, así nos lo hicieron saber, pero luego las cosas se desarrollaron de otra forma y no pudo ser. Eso ha obligado a cambiarlo todo, y tener que empezar en Madrid, una plaza que no es nada fácil. Son muchas las figuras que no triunfan en ella, pero ellas después tienen 40 o 50 tardes para arreglarlo. En mi caso no tengo ese respaldo y eso lo pone todo más difícil. Las cosas no salieron como yo esperaba en Madrid, pero hay una temporada ilusionante por delante y en las dos actuaciones posteriores, en Los Barrios y Osuna, tuve unas sensaciones muy positivas.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la afición malagueña?

Por mi parte, cada vez que toree voy a intentar de expresar el toreo y homenajearlo en su máxima expresión para que el día de mañana Málaga se pueda sentir orgullosa de Salvador Vega.