­Pocos han cantado con tanto amor y admiración a su tierra como lo hacía El Tiriri. El cantaor trinitario falleció ayer a los 79 años. Su vida transcurrió de escenario en escenario, de fiesta en fiesta, siempre dispuesto a levantar el ánimo de los presentes con sus tangos y bulerías. Gabriel de la Santísima Trinidad Campos Robles, nacido en mayo de 1935, era admirado y querido por sus compañeros y por el público. Su pasión por Málaga le llevó a cantarle a las grandes referencias de su tierra: desde el Cautivo a Antonio Banderas, de Perchel a la Trinidad. Hoy se oficiará la misa en su memoria en el Parque Cementerio de San Gabriel (12.30 horas) y su posterior entierro.

Su afición al cante le vino heredada de familia. Su padre, el cantaor Manuel Campos Heredia Manolete, solía actuar junto a su hermana, Dolores La Pirula. Y al igual que su padre y su tía, el joven Gabriel comenzó a salir a cantar de la mano de su hermano mayor, Rafael El Ronco. Pronto comenzaron a ofrecer actuaciones bajo el nombre de los hermanos Tiriri, apodo que hacía referencia a la poca estatura de ambos. El experto en flamenco y gestor cultural Paco Roji asegura que El Tiriri era muy querido porque «siempre fue un artista muy cercano». «Paseaba a diario por calle Larios y el Pasaje de Chinitas. Vivía a pie de calle. Era una referencia del flamenco en Málaga, sobre todo en los cantes de fiesta, los tangos y las bulerías».

Gran defensor de los cantes de Málaga, trabajó en el ballet de Miguel de los Reyes y en la Taberna Gitana, además de ser un habitual en las salas de fiesta de la Costa del Sol. Viajó por toda España junto a Miguel de los Reyes y Pepito Vargas, y alternó con grandes figuras del flamenco como Antonio Mairena, Antonio Fernández Díaz Fosforito, Caracol, El Chocolate y su prima La Cañeta. El flamencólogo Gonzalo Rojo recordaba ayer al cantaor, del que destacó su «malagueñismo» y su elegancia: «Tenía que ir todos los días con sus zapatos limpios y su camisa de flores», recordó.

La última vez que pisó un escenario -llevaba tiempo retirado- fue hace en 2013, cuando la Bienal de Málaga y de la Semana Popular de los Corralones coincidieron en rendir un homenaje a los artistas del Perchel, la cuna flamenca de Málaga. Allí se volvió a arrancar El Tiriri, dejándose el alma sobre el escenario, como siempre hizo. No estaba prevista su actuación, pero él nunca dejó pasar la oportunidad de cantarle a su público. Hizo lo mismo durante la presentación del montaje Memoriales, en la Bienal de 2007. «De repente saltó a cantar, aunque no entraba dentro de los planes del espectáculo», recuerda Roji, que junto a José Luis Ortiz Nuevo se encargó de la dirección de este homenaje a los históricos representantes del arte jondo malagueño.

Según relata el periodista y experto en arte jondo Francis Mármol, autor del volumen Boquerón de la Isla, en el que sigue los pasos de José Monge en Málaga, El Tiriri y Camarón «se buscaban mucho» para pasar tiempo juntos. El cantaor de San Fernando era «una esponja» y gran admirador de sus mayores. Pocos manejaban con tanta soltura los tangos de La Pirula como lo hacía el malagueño, por lo que Camarón nunca faltaba a la cita con él.

Cuenta Mármol que Camarón incluso faltó a una actuación para asistir a uno de los muchísimos homenajes que ha recibido El Tiriri, «posiblemente, el cantaor más homenajeado de Málaga», con el consiguiente enfado del representante del gaditano.

Las muestras de condolencia, tanto desde Málaga como desde otras ciudades españolas, no dejaron de sucederse ayer tras conocerse la noticia del fallecimiento de El Tiriri. El Círculo Flamenco de Madrid lamentaba la pérdida de El Tiriri de Málaga, al que calificaron como «un personaje irrepetible». Igualmente, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, mostró su «profundo dolor» por el fallecimiento del cantaor y trasladó el «cariño» de la Corporación municipal a sus familiares y amigos. «Era una persona entrañable, muy querida, muy popular y muy presente en la vida en general de Málaga», declaró De la Torre, por lo que se mostró seguro de que «todos los malagueños que aprecian el flamenco y el mundo artístico ligado a él comparten conmigo estas palabras de dolor».

El alcalde indicó que en estos duros momentos el Ayuntamiento tratará de estar cerca de la familia del cantaor para que «tenga todo lo que necesite en este proceso», y reiteró su «cercanía, cariño y afecto». En cuanto a posibles homenajes a El Tiriri, una de las voces más reconocidas del flamenco malagueño, comentó que hablará con colectivos como la Peña Flamenca Juan Breva «por si procede alguna otra cosa».