El escultor Pedro de Mena o el pintor Niño de Guevara son algunos de los autores presentes en una muestra sobre la Misericordia que ayer se inauguró en las salas de exposiciones del Palacio Episcopal.

La muestra, que realiza un recorrido desde el manierismo italiano del siglo XVI, comienza y termina con sendas piezas de Niño de Guevara y muestra además piezas nunca expuestas como un cuadro procedente del refectorio de un convento de clausura de las Carmelitas Descalzas en Antequera. El director de este espacio expositivo, Miguel Gamero, recordó ayer que se está celebrando el Año de la Misericordia, y la exposición se articula a partir del contenido de la bula Misericordiae Vultus del papa Francisco.

El recorrido por las instalaciones pretende introducir al visitante en las entrañas de la misericordia a través de las diferentes salas: En la plenitud de los tiempos; La verdad revelada; Cristo, rostro de la misericordia; Eucaristía y obras de misericordia y María, madre de la misericordia. El recorrido arranca con un cuadro enorme en forma circular del Niño de Guevara y termina con otro del mismo autor, Virgen de las Ánimas, cedido por la Parroquia Santiago Apóstol de Málaga.

El Palacio Episcopal ha renovado completamente su oferta expositiva y, además de esta muestra sobre la Misericordia instalada en su primera planta, presenta sendas exposiciones en su planta baja dedicadas a arte sacro de la diócesis de Málaga y a paleomonedas africanas, respectivamente.

En el caso del espacio para el arte sacro, se parte de un Calvario de la escuela castellana datado en el siglo XVI y hay además piezas de orfebrería de distintos estilos o tablas del estilo gótico tardío internacional. También se pueden contemplar un Ecce Homo y una Dolorosa de Pedro de Mena y se permite el acceso a uno de los espacios más desconocidos del Palacio Episcopal, el denominado Patio Privado del Obispo, con azulejos del siglo XVIII de temas paganos como costumbres populares, la caza o damas de la corte.

Por último, se muestra parte de la colección Alonso-Arellano, que cuenta con uno de los fondos más importantes del mundo de monedas paleoafricanas, especialmente del área subsahariana, en las que hay piezas de hasta 35 kilogramos de peso, destacó Gamero.