El artista Bigas Luna, más allá de su faceta como cineasta, puede descubrirse en la exposición que se podrá visitar hasta el 30 de abril en las salas de la Coracha del Museo Municipal (Mupam), donde a través de un centenar de obras seleccionadas se puede realizar una aproximación global a la totalidad de las prácticas artísticas que cultivó en su trayectoria vital. La capital malagueña es la primera parada de una muestra que será itinerante.

La exposición El otro Bigas Luna (La seducción de lo tangible) está organizada por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga con la colaboración de La Casa Amarilla. En ella pueden verse performances, fotografías, instalaciones, dibujos, pinturas, etcétera. Obras que forman parte de una «enorme y sorprendente» colección particular.

En la presentación de la muestra estuvieron presente la concejala de Cultura, Gemma del Corral; la viuda de Bigas Luna, Celia Orós; y la comisaria de la muestra Raquel Medina de Vargas. La exposición, que puede visitarse hasta el 30 de abril de martes a domingos de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, estará abierta coincidiendo con el Festival de Málaga Cine en Español y forma parte del programa del MaF (Málaga de Festival).

Además, se ha editado un libro-catálogo titulado El otro Bigas Luna, la seducción de lo tangible de Raquel Medina de Vargas con prólogo de Carles Sans, de El Tricicle. Sobre la obra de artes plásticas de Bigas Luna, la comisaria, Medina de Vargas señala que «se trata de una actividad sólida e intensa que refleja su imaginario más genuino. No era una mera afición, de hecho precede a la labor cinematográfica por la que es mundialmente reconocido, ya que se inicia en los años setenta cuando desde el mundo del diseño de vanguardia pasa al de activo artista conceptual».

«Su legado en este campo suma miles de obras metódicamente realizadas en series, la gran mayoría totalmente inéditas ya que prefirió mantener esa labor en el territorio de lo íntimo. Sin embargo, desde los años 90 quiso reivindicarse en la total promiscuidad de sus lenguajes creativos», apuntó.

Esta otra faceta la cultivó constantemente, incluso en viajes, rodajes y habitaciones de hotel «y siempre la consideró fundamental en su desarrollo personal; y es que frente a ese cosmos mágico y etéreo del séptimo arte, también necesitaba experimentar la sensualidad de la imagen tangible». Transcurridos cuatro años desde su muerte, la exposición y el libro que la acompaña van a revelar al gran público ese «otro» Bigas Luna que «resulta imprescindible para entender el controvertido y apasionante personaje en toda su dimensión vital y creativa», dijo la comisaria.