El sevillano Rubén Guerrero inauguró ayer su primera exposición en un museo bajo el título Familias Mínimas (Rojo, amarillo y azul), que incluye once piezas que podrán visitarse hasta el 28 de enero de 2018 en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga.

Las once pinturas «explorarán el espacio pictórico como asunto de reflexión centrándose en conceptos como el marco, el soporte o los extremos», aseguran los responsables del citado centro artístico.

La pintura es anti-narrativa, construye arquitecturas imposibles y engaña al ojo por ello es el espectador quien debe decidir si se encuentra ante el anverso o el reverso de la realidad pues la exposición crea un mundo intuitivo, paralelo al mundo real y tangible donde lo lleno y lo vacío se intercambian.

«Hay aspectos que han cambiado muy claramente en mi trabajo», aseguró Guerrero, quien explicó que se inclina cada vez más por encontrar una posición «más liminal entre lo reconocible e insólito, una aproximación más radical a la abstracción paradójicamente desde la figuración»

El artista ha precisado sobre la intencionalidad de su obra que le interesa provocar un «sentimiento de duda» en el espectador y así lo han percibido algunos autores que han definido su pintura como «una lógica desdoblada que bascula sin principios ni finales entre lo abstracto y lo figurativo».

En su obra S/t (la mitad de lo que ves) se puede apreciar un fondo azul con una aparente maqueta de papel y cartón plegada, pegada y recortada y vuelta a ser doblada, en la que el espectador intuye un círculo, una forma que este inventará, ya que realmente no es posible verla, falta parte de la «realidad».

Trama

La obra de Guerrero, según el director del CAC Málaga, Fernando Francés, se caracteriza por un «organizado trabajo de capas de color superpuestas en pinceladas espesas, con una trama dividida».

Sobre el artista añadió que es «muy minucioso» y puede estar una larga temporada con la misma obra, cambiando «pequeñas parcelas» hasta que alcance la «perfección» que necesita para que considere la obra como finalizada. «Toda ella está llena de trampas de pintor, de trucos para crear múltiples vías de escape a la interpretación desde planos inusuales y realidades inverosímiles», reveló Francés.

Rubén Guerrero (Utrera, 1976) es el principal representante de una generación de pintores andaluces, que explora los límites de la pintura, y sus nuevas vías de desarrollo. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en varias galerías y su obra ha sido reconocida tanto nacional como internacionalmente, formando parte de colecciones relevantes como la del PAMM Pérez Art Museum de Miami, la DKV seguros médicos, la Colección Juan Entrecanales, la Fundació per amor a l’Art o la Colección del Banco Sabadell.