Salvador Sobral logró alzarse contra la marea de las canciones prefabricadas en el Festival de Eurovisión 2017 gracias a Amar pelos dois, un tema compuesto por su hermana Luísa. Y aunque Amar pelos dois fue la canción con la que Salvador Sobral arrasó en el concurso televisivo, lo que supuso la primera victoria en la historia de Eurovisión para su país, Portugal, el tema también entró en los top 50, fue el más descargado en iTunes en 14 países y convirtió al joven y desconocido intérprete en un acontecimiento internacional.

Pese a ello, Sobral considera que su victoria tuvo más que ver con el factor diferenciador que con la calidad de su interpretación. «Gané Eurovisión porque era algo distinto. Como antes había ganado una mujer con barba y después otra que hacía sonidos de gallina», confesó.

El lisboeta, que regresa tras el trasplante de corazón, y tras cantar en Ponta Delgada (capital de Las Azores) y Évora, inicia en Málaga un recorrido por ciudades españolas que también incluye citas en Barcelona, Valencia, San Sebastián, Cartagena, Madrid, Córdoba, Pamplona, Santander, Santiago de Compostela o Palma de Mallorca, la ciudad en la que conoció «la esencia de la música» aprendiendo desde abajo después de haber pasado por el programa televisivo Ídolos, el Operación Triunfo portugués.

Allí, confesó, pudo investigar en el jazz, el bolero y la bossa nova, «por ese orden», en su época de Erasmus, cuando actuaba como músico itinerante en bares y pequeños locales. También lo hizo antaño en Málaga, donde en 2014 actuó ante unas ocas personas en el Balneario de los Baños del Carmen. El periplo del cantante portugués por tierras malagañas se completa con una segunda actuación en el ciclo de jazz del CAC de Vélez Málaga, también en 2014, y otros dos recitales en 2015, de nuevo en el CAC veleño y en la terraza de El Corte Inglés, un lugar «al que acudió más gente, pero en el que había mucho ruido», recordó.