¿Cómo comenzó su andadura en el mundo de la interpretación?

Pues desde muy pequeño ya era el actor fetiche de mis primas en las reuniones navideñas. Años más tarde, en segundo de BUP, qué lejos queda eso... hice una obra de teatro, La venganza de la Petra de Arniches junto a varios compañeros. Y ahí fue el momento determinante y donde elegí que mi vida estaría unida a las tablas de un teatro y a la interpretación. Luego entré en la escuela de arte dramático de Málaga y justo al terminar me vine a Madrid, donde llevo ya más de 20 años.

¿Qué fue lo más duro de sus inicios?

En realidad lo más duro se mantiene en el tiempo y son los «no» en los castings y el estar tu trabajo siempre en tela de juicio por todos. El estar pateándome Madrid de cabo a rabo y llamando constantemente a todos los directores de cásting era duro porque siempre estaba pidiendo trabajo y casi nunca me lo daban, pero formaba parte de mi trabajo, por lo que lo aceptaba sin quejas.

En su currículum aparece un extenso listado de obras de teatro.¿Es el teatro la gran escuela para cualquier actor?

Para mí sí, desde luego. Ha sido el teatro y los escenarios los que me han hecho el actor que soy ahora. Siempre he estado en contacto directo con los escenarios ya sea en obras de teatro tanto infantiles como de adultos, eventos de diferente índole o haciendo monólogos e improvisación con guitarra, con la que estuve muchos años creando mi propio espectáculo, para no depender de nadie y no abandonar los escenarios esperando a que te llamen.

¿Cuáles han sido sus actores referentes?

No soy una persona de ídolos muy marcados, creo que hay grandes intérpretes en muchos ámbitos, con la música me pasa igual, oigo de todo porque creo que todo aporta. Antonio Banderas siempre ha sido un referente por malagueño y por su capacidad de lucha y de romper fronteras. Luego he tenido como referente a compañeros de reparto en las numerosas obras de teatro que he ido haciendo por toda España. Como Luis Felpeto, Antonio Chamizo o Victoria Mateos. Amigos del alma y con quienes formé la compañía de teatro CallaCanalla.

Como la mayoría de los actores malagueños se fue a hacer carrera fuera de su ciudad. ¿Cree que aquí no hay posibilidades para vivir de la interpretación?

Ni en Málaga ni en ninguna otra ciudad de España, ya sea Madrid o Barcelona. Ahí están los datos, casi un 90% de los actores y actrices españoles no viven de su profesión, como mucho malviven y la mala vida tiene mucho que ver con esta profesión desde tiempos inmemoriales. Ahora Málaga está en auge, se están produciendo numerosas obras de teatro con ayudas por parte de cultura como Factoría Echegaray, se están realizando series con Málaga como punto de encuentro y películas cuya localización está en la Costa del Sol y eso es muy importante para los malagueños y como no para sus actores y actrices, ojalá pueda volver a tener durante un tiempo mi residencia en Málaga con el motivo de estar rodando y trabajando en la tierra que me vio nacer.

De Compañeros a Cuéntame, previo paso por Seis Hermanas y Las chicas del cable. ¿Como ha sido su experiencia de trabajar en estas series tan populares?

Siempre es un lujo poder formar parte de producciones tan importantes, dejar tu granito de arena en unas series tan seguidas y populares. Lo que sí da un poco de coraje es que puedes estar 15 años recorriendo toda España por sus numerosos teatros y nadie se interesa por tu trabajo y sales un día en una serie y de repente te encuentras con gente que conoces que te miran con una sonrisa y te dicen: «Te he visto». Bueno, da coraje e ilusión, no nos vamos a engañar..

Saltó a la gran pantalla de la mano de Rodrigo Sorogoyen. ¿Que supuso para usted participar en El Reino?

Un subidón total, fue de esas cosas que no te esperas, aunque uno siempre trabaje con esa idea, con la de seguir subiendo escalones y abriendo puertas en esta profesión. Ha sido una experiencia maravillosa, rodar cine es la caña, cada detalle, cada toma, el tiempo que se dedica a todo.

Teatro, televisión, cine e incluso he leído que también ha sido profesor.¿Qué le queda por hacer?

Todo y volver a repetir en cada uno de ellos. Conseguir una regularidad en mi trabajo, que ello me dé para vivir y poder contribuir de una manera más regular a la economía familiar, mejorando de esta manera la vida de mi mujer y mis hijos. Y si es por pedir quiero un prota en cine y un personaje fijo en una serie.

¿Cree que en España hay suficiente apoyo por parte de las instituciones a la cultura del cine y del teatro?

No, es triste decirlo así de tajante pero creo que todavía nos queda mucho trabajo por hacer para conseguir que el cine y el teatro sean una industria en España y para eso las instituciones se tienen que poner a ello, sin enfrentarse y dando a los intérpretes de este país las mismas condiciones y los mismos derechos que a cualquier otro trabajador teniendo en cuenta la intermitencia de nuestro sector y regulando y poniendo leyes que nos defiendan.

¿Y qué nos puede contar de sus nuevos papeles en La Casa de Papel y Acacias 38?

En La Casa de Papel estoy participando como actor en el Escape Room. Y de Acacias 38 lo único que puedo decir es que tengo una trama muy chula que moverá los cimientos de la chocolatería, son 10 capítulos en los que he disfrutado como un niño y me llevo a amigos y compañeros maravillosos.

¿Lo veremos este próximo año por el Festival de Cine de Málaga?

No he podido tener aún la posibilidad de visitarlo, estuve a punto cuando comenzó a hacerse, ya que mi cuñado José Luis Díaz Pomares era uno de los exhibidores del festival. Espero poder ir algún día presentando una película y poder dedicarle también a él una Biznaga de Oro. Me parece fantástico que Málaga pueda contar con un festival de cine como este.

@pepalopezmlg