Probablemente ni se les pasaba por la cabeza que Fangoria fuese a cumplir 30 años de trayectoria...

No se te pasa nada por la cabeza, porque cuando empezamos hace 30 años con Fangoria llevábamos más de diez ya juntos desde Pegamoides, Kaka de Lux y Dinarama. Y tampoco nos hubiéramos imaginado llegar a ese punto en ese momento. No tenemos una visión tan a largo plazo. Ni cuando teníamos 15 años ni la tenemos ahora. Es a corto plazo: lo que queremos hacer, lo siguiente, y no llegamos a mucho más.

Publicar un nuevo álbum es algo que parece en cuestión en estos tiempos. Alejandro Sanz ha dicho que su próximo álbum será el último, y muchos artistas lanzan solamente canciones, no trabajos de larga duración, dado que su viabilidad comercial está en cuestión. ¿Es un formato en vías de extinción?

Yo no lo veo nuevo. En el pop de los años 50 y 60 muchísima gente no sacaba álbumes.

Entre otras cosas, porque no aún no se había popularizado el formato elepé...

Sí, pero en el momento en el que empieza a existir el elepé hay artistas, sobre todo en el mundo del pop, que siguen sacando únicamente singles. Y en la música de baile había muchos grupos que solamente publicaban maxis. Has dicho si es una cuestión de viabilidad comercial. Yo creo que es una cuestión de concepto. La gente muy joven con la que tratamos, como King Jedet y Ms Nina, sacan canciones. Para ellos el concepto de disco es diferente: cuando tienen lista una canción, la sacan y punto. Y puedo entenderlo. A nosotros nos sigue gustando grabar un álbum, que tiene un concepto y una razón de ser, y poner las canciones en el orden que nos gustaría que las escucharas, cuando eso no es así para la mayoría de la gente.

También siguen apostando por dar valor al formato físico con una edición de lujo firmada de vuestro puño y letra.

Seguimos pensando en el formato físico, de momento, al menos para el álbum. Los singles ya no los sacamos en formato físico, ya ni siquiera hay espacio donde se puedan vender. Nos sigue gustando pensar, como desde el primer momento que empezamos, que un disco es mucho más que la música que va grabada en él. Un disco son las fotos que le pones, la portada, cómo vas vestido, las letras... Mientras se sigan fabricando discos, lo haremos.

Hay bastantes diferencias de estilo entre las canciones. Coches de choque, por ejemplo, tiene un sonido disco de finales de los setenta. ¿Plantearon el álbum como un ejercicio de estilo?

Lo problemático cuando vas a grabar una versión, porque te gusta mucho una canción o respetas mucho al artista, es ver cómo las vas a hacer. Y hasta que no te pones no sabes por dónde va a ir. No son ejercicios de estilo porque no son estilos puros. Esos violines y esos coros de música disco que están metidos de forma premeditada en esa canción están conviviendo con unos sonidos de sintetizadores que pertenecen más bien a la electrónica dura. Si fuera un ejercicio de estilo no sería así. Pero es un poco lo que hemos hecho siempre. Se me ocurre Bailando, del año 82, con los Pegamoides: no era un ejercicio de estilo de música disco, era cómo podríamos hacer un grupo de cinco personas una canción de música disco, que nos gusta, pero no somos las Pointer Sisters. Coges elementos de lo que te gusta, pero lo interesante para nosotros no es ser purista, sino mezclarlo con todo lo que te pueda apetecer.

Quizá la versión más conocida del álbum sea Historias de amor, de OBK. ¿Es un grupo que han seguido o solamente les atraía esa canción para hacerla suya?

La primera consigna cuando pensamos en hacer este disco de canciones que nos pueden haber gustado, como han hecho muchos de los artistas que nos gustan, como Bowie y Bryan Ferry, era dónde acotábamos, si empezábamos desde pequeñitos o qué. La primera fórmula para acotar eso era que fueran canciones que se hubieran grabado en el periodo de vida de Fangoria, nuestros últimos 30 años. Pensar en artistas que son amigos, con los que hemos tenido mucha relación, y luego grupos que eran el momento paralelo, y ese es el caso de OBK. OBK es ese otro grupo que hacía, y sigue haciendo, música electrónica con melodías cantadas en español. En aquel momento, aunque ahora parezca una barbaridad, no era algo muy común.

¿Qué le parece lo que está sonando ahora, el auge de Rosalía y también del trap?

Como ya tengo una edad, a mí lo del trap, el reguetón y tal... yo ya soy casi reguetón old school. Quiero decir que La gasolina es de principios de siglo. Lo que ha pasado con el reguetón y con el rap en Estados Unidos, en Latinoamérica en todo el mundo, no es que exista, es que parece que no existe otra cosa. Básicamente las listas de ventas es lo que tienen. Pero eso no es verdad, porque hay grupos de rock y pop en todas partes. Lo de Rosalía sí que es un fenómeno. Puede haber más gente que en un momento dado sí haya mezclado el flamenco con bases más urbanas, pero no tenían la personalidad de esta chica, que es una estrella que hace un vídeo y sabe moverse, sabe cómo mirar a la cámara y sabe estar. No siempre surge una estrella.

En su libro Espectros de La Movida. Por qué odiar los años 80,sostiene la tesis de que el mensaje de La Movida era consumista y que el gobierno de Felipe González lo utilizó a su favor.

Si se informara un poco entendería que fue el gobierno de Felipe González el que prohibió La bola de cristal y La edad de oro. Hagamos un poco de estudio y de buena hemeroteca si vamos a publicar...