Allí, en el escenario de los premios Brit, los más populares de la industria musical británica, una joven nacida en Alhaurín El Grande dio la campanada. Mabel, la hija que la cantante Neneh Cherry y el productor Cameron McVey tuvieron durante sus años entre nosotros, se alzó con la estatuilla correspondiente a la Mejor Artista Femenina. La que para muchos era la gran promesa de la música popular británica ya es toda una realidad.

A mediados de los noventa, Cherry y McVey (el arquitecto sónico de Massive Attack y Sugababes) vivieron cuatro años en Alhaurín el Grande para aislarse del bullicio de Londres. En una entrevista de entonces le preguntaron a la cantante qué proyectos tenía: «En este momento, respirar muy hondo el aire de Málaga, porque huele condenadamente bien, y mirar a los viejos jugar al dominó. Mi proyecto es existir, ¿sabes?». Y pasarlo bien: que disfrutó entre nosotros queda claro en la portada de su tercer disco, 'Man', en el que aparece con un grupo de alhaurinas vestidas de feria (y algo contentas, confesaron años después). No sólo parió en Málaga un álbum sino también una hija, Mabel.

Quizás porque fue criada con la sencillez de la telúrica vida de Alhaurín el Grande (recuerda algo de español, pronuncia a la perfección el nombre del pueblo, a pesar de marcharse de allí a los 3 años, rumbo a Londres) Mabel Alabama Pearl McVey Cherry lleva tiempo en esto del entertainment, haciendo las cosas a su manera, sin utilizar los contactos de sus influyentes padres (lanzó su primer sencillo de manera absolutamente independiente).

Anoche, Neneh Cherry (quien, por cierto, vive una notable resurrección artística de un tiempo a esta parte) posó orgullosísima con su hija en el photocall de los Brit. Todavía muchos alhaurinos recuerdan a Neneh haciendo la compra con su pequeña Mabel de la mano, hace dos décadas. Aquella niña es ahora ya una estrella.