Blanco de veranoDirección:

Rodrigo Ruiz Patterson

Intérpretes: Sophie Alexander-Katz, Fabián Corres, Adrian Ross Magenty

Muy especial película esta 'Blanco de verano'. Uno lee la sinopsis y, la verdad, no es que se sienta fascinado: a estas alturas, nos hemos puesto delante de mil historias sobre edipazos y una más no provoca precisamente la salivación. Sin embargo, hay algo que singulariza la cinta de Rodrigo Ruiz Patterson, quizás su mirada paciente y atenta, cercana pero discreta a lo que sucede y sus protagonistas.

Pero, sobre todo, lo que atrae del relato es su capacidad para llevarnos de la mano del coming of age, al melodrama familiar y finalizando en el dibujo de las aristas más perturbadoras de un adolescente (sin caer en el retrato tremendista y de clichés del niño salvaje de turno). Y la cosa termina de funcionar porque hay un director en absoluto control de su historia, que confía en las capacidades del off de su guión (no todo lo importante está escrito en el libreto: el chaval protagonista es un auténtico enigma, y está bien que así sea) y que ha sabido rodearse de un equipo técnico absolutamente top, con unas imágenes portentosas a cargo de Sarasvati Herrera y un diseño de sonido que aporta capas de significación a lo que se nos cuenta. A esto, en mi pueblo, se le llama "pe-lí-cu-la". La mejor en lo que llevamos de competición.