Nuevo varapalo para la cultura. Las medidas anunciadas el domingo por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, dejan de nuevo en el alambre al sector, especialmente el de espectáculos en vivo, que había renacido como pudo tras el confinamiento domiciliario de la primera ola del coronavirus. El cierre de toda actividad no esencial en la comunidad a partir de las 18.00 horas supone en la práctica que las funciones de teatro, los conciertos, las conferencias y las proyecciones cinematográficas, entre otras actividades del ramo, caen fulminadas de la agenda; además, se reduce en varias horas también el horario de apertura de museos y establecimientos culturales como librerías.

Hay víctimas, muchas de las nuevas restricciones andaluzas. Por ejemplo, el Festival de Cine Fantástico de la UMA, Fancine, que tenía previsto celebrar su trigésima edición a partir de mañana. O el regreso a Málaga de Dani Rovira, que había agendado en el Teatro del Soho CaixaBank varios pases (entradas agotadas) de su monólogo 'Odio' (incluyendo uno que sería grabado como un especial para Netflix). El Festival de Jazz, que se desarrolla estos días en el Teatro Cervantes y en diversos escenarios urbanos después de haber encogido su programación tras la caída de sus figuras internacionales (Kyle Eastwood y Robin Mckelle), también se vería obligado a reconfigurar sus horarios o, directamente, a tirar la toalla. Y muchas actividades más.

«Estamos trabajando para adaptarnos a las nuevas restricciones. El teatro es necesario a cualquier hora. El teatro resiste. Pronto informaremos de los nuevos horarios para las funciones afectadas», han comunicado en sus redes sociales los responsables del espacio escénico comandado por Antonio Banderas, que apenas hace unos días había vuelto a levantar el telón tras meses de parón absoluto. El propio Rovira se dirigió a sus seguidores: «Dadnos por favor un margen de tiempo para decidir qué vamos a hacer. Aún estamos en shock».. Horas después se anunció que los pases de las 20.00 horas serían a las 16.00.

Parecido mensaje es el que se lanza desde La Cochera Cabaret, que aseguran estar haciendo todo lo que está en sus manos para afrontar la nueva situación impuesta desde el Gobierno andaluz hasta, al menos, el 23 de noviembre. «Las decisiones no son rápidas ni fáciles de tomar, así que os rogamos un poco de paciencia y empatía», apuntan desde el espacio cultural levantado por el actor Salva Reina.

La única solución pasaría por declarar la cultura una actividad esencial para preservarla de estas restricciones. En ello empezó a trabajar la Generalitat de Cataluña el pasado mes de septiembre, con la idea de «elaborar un plan que dé cobertura a los derechos culturales de los ciudadanos y de los sectores creativos». El gobierno catalán reconoció que el coronavirus «ha hecho evidente que la cultura y sus expresiones han sido fundamentales para poder afrontar la situación de aislamiento de las personas», por lo que habría que velar de manera más intensa por su desarrollo. No ha habido declaración alguna de la Junta de Andalucía en este sentido a lo largo de estos meses de pandemia.

En este sentido, el cantante y compositor Fran Perea tiene una idea interesante, que podría aplicarse de manera inmediata: que las entradas para los espectáculos culturales funcionen como salvoconductos (los documentos que permiten la movilidad a los trabajadores, por ejemplo, fuera del horario permitido).

La cultura ya ha demostrado que es segura (no se han declarado brotes en las actividades del sector) y ahora quiere que se la considere esencial. Mientras llega eso, todo parece indicar que abandonará la nocturnidad y se pasará a la luz del sol. O a toda la luz y todo el sol que permiten estos tiempos de coronavirus, claro.