Premios Goya

Ángela Molina: «El cine no morirá nunca, hay que vivir y confiar»

La intérprete será la única premiada que recogerá su Goya, el de Honor, en el Teatro del Soho pero sin compañía: «Tenemos que hacerlo lo mejor posible», asegura

Europa Press

La actriz Ángela Molina, que recibirá el Goya de Honor el próximo 6 de marzo en la gala de los premios del cine español (que se desarrollará en el Teatro del Soho CaixaBank y conducirán Antonio Banderas y María Casado), reconoce que el cine se «está salvando milagrosamente» de la pandemia de coronavirus y confía en que «no morirá nunca».

«El cine no morirá nunca, al menos mientras estemos aquí los que estamos, y luego seguramente tampoco. Hay que tener una gran confianza en lo que somos, hay que seguir creando y estar más unidos que nunca: confío en que se están desarrollando maniobras para crear y lo demás es vivir y confiar», señaló la actriz en un encuentro con la prensa.

Molina será una de los pocos premiados que estarán en la gala de Málaga, a la que ya ha adelantado que no acudirá ningún familiar o persona cercana para ver cómo recoge su cabezón. «No me va a acompañar nadie, porque tenemos que hacerlo lo mejor que podamos», adelantó la intérprete madrileña.

«Ellos van a estar disfrutándolo desde casa. Yo ya recibí este premio con una inmensa alegría: no sé por qué cuando me lo dijo Mariano Barroso (presidente de la Academia de Cine), antes de dar las gracias, solté una carcajada. No me lo esperaba y sentí un torrente de alegría incontrolable», explicó.

Precisamente, sus familiares estarán muy presente en su discurso (único que ha adelantado de su intervención, ya que todavía no ha elegido ni el vestido). Molina ha defendido que serán unos Premios Goya «igual que los de siempre, aunque no todos los que quieran estar van a estar». «Yo creo que se trata de que todo siga siendo como en realidad es, de tender puentes para que no haya nada ninguna pandemia que nos impida celebrar la fiesta de los Goya, que al fin y al cabo es la fiesta del cine, de España y del mundo», resaltó la actriz, quien reconoció que no es mucho de mirar hacia atrás en su carrera.

Pero sí recordó a dos cineastas que le han marcado después de haber trabajado para ellos: Luis Buñuel y Pedro Almodóvar. «Los dos son absolutamente únicos y especiales y dejan una huella en mi memoria imposible de borrar. Son de una cercanía arrolladora, provocan en ti los sentimientos de agradecimientos más grandes, son generosos y puros como niños y están enamorados de lo que hacen», ha afirmado.

Preguntada al respecto de denuncias de abuso de poder en el cine español, Molina ha indicado que los que denuncian «seguramente lo necesitan hacer» y ha mostrado «todo el respeto hacia ello». «Pero yo nunca he vivido situaciones de ese tipo y jamás he tenido un desencuentro con un profesional, sea hombre o mujer», apuntó. Tan solo recordó con humor una situación «un poco cómica» con un productor al principio de su carrera, que la propia Molina considera «algo que no pasó de ser un chiste»: «Era un productor que ya no está, fui a su despacho y quiso hacer una gracia de acercarse a mi y, al hacerlo, saltó a un sillón y se cayó. Yo me fui en ese momento: como comedia de Billy Wilder estaría bien».

Fuertemente vinculada a Málaga

Ángela Molina es la hija del gran Antonio Molina, una de las gargantas más ilustres de la Costa del Sol. Cuentan que Ángela y su hermano Micky suelen acudir a Totalán, el pueblo de su padre, para visitar a la docena de parientes que aún conserva. Porque, dicen los que la conocen, que jamás ha olvidado las raíces de una saga familiar artística de la que es una de sus grandes ramas. 

La actriz inicia precisamente hoy el rodaje de una serie bajo el título Un asunto privado, que será una comedia «absolutamente inteligente y delirante» protagonizada por Aura Garrido y Jean Reno («En estos tiempos una comedia es muy importante para todos», destacó). Molina no cree que le queden muchas cosas por hacer, aunque no ha pensado en la retirada salvo cuando está «cansada»: «Cualquier cosa me ilusiona, siempre me suelen sorprender las historias. Ya va haciendo un tiempo que no hago teatro y me apetecería alguna vez en mi vida interpretar un Lorca, por todas las afinidades que siento y lo que él me transmite de su arte: siento que le debo eso, pero no me sale nunca».