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Música

Una brisa que ahora sopla diferente

Brisa Festival ha sustituido el diseño de macrofestival por el de ciclo de conciertos más íntimos, ampliando espacios y potenciando las medidas sanitarias

Una brisa que ahora sopla diferente

La segunda edición de Brisa Festival ya suena en Málaga. Su arranque tuvo lugar el pasado lunes, ofreciendo a todos los vecinos de la provincia un triple concierto indie en el Jardín Botánico de la Concepción, de la mano de Arista Fiera, Apartamentos Acapulco y El Último Vecino. Su éxito, que se hace notar en los carteles de entradas agotadas de algunos de sus conciertos, se ha hecho de rogar. Aunque Brisa ha llegado para quedarse, sus comienzos no fueron fáciles, ya que su primera edición fue cancelada por la llegada de la pandemia.

En Brisa Festival sabían que debían adaptarse para que funcionara el evento, especialmente en los tiempos que corren. Esa es la razón por la que pasó de ser un macrofestival de tres días a convertirse en un ciclo de conciertos con un formato más íntimo, con aforos reducidos, un público sentado y con mascarilla, distancia de seguridad y gel hidroalcohólico. «Tuvimos que buscar una fórmula que se adaptara a la situación. A pesar de que es muy difícil organizar un evento de este tipo, con todas las medidas sanitarias que se requieren, hemos acabado haciendo un ciclo de conciertos que tiene una duración de siete días en tres escenarios distintos», explica Agustín Fuentes, el director musical de la cita.

Una brisa que ahora sopla diferente

Aunque Brisa Festival dista de lo que se contempló en un principio y del concepto de festival conocido antes de la pandemia, sus organizadores están, de momento, satisfechos con el resultado de esta segunda edición: «Hemos repartido todo lo que se puede ver en un festival de tres días en una semana y, la verdad, que la experiencia es muy bonita. La ciudad se ha integrado en el festival, donde cada espectador elige el artista, el grupo o el lugar que quiere ver».

Las consecuencias de la pandemia han conllevado que la primera edición no tenga nada que ver con la segunda, pero las ganas que tienen los malagueños de disfrutar de la música en directo siguen intactas: «Gran parte de la organización ha estado destinada a adaptarse a la pandemia. Estas dos ediciones son ambientes totalmente distintos y sabemos que no es lo mismo estar en un concierto sentado y con mascarilla. Aun así, la gente ha respondido muy bien y sigue teniendo muchas ganas de volver a contactar con la música en directo, que es de lo que se trata», manifiesta Agustín Fuentes.

Expectativas cumplidas

Los Planetas, Sidonie, Little Pepe, Gordo Master y Los Turistas son algunos de los artistas y grupos que se subirán a los escenarios de Brisa hasta el próximo 29 de agosto. Gran parte de sus conciertos cuentan con el 90% de sus entradas compradas e, incluso, alguno cumplió ya con todo el aforo esperado, como es el caso de Mala Rodríguez y su Lujo Ibérico Unplugged. «Todos los conciertos tienen sus entradas agotadas o se agotarán entre hoy o mañana. Siempre he sido muy positivo, sabía que un lugar como Málaga con tanta tradición musical y turística nos iba a ayudar a que todo saliera bien», explica el director musical. El cumplimiento de sus expectativas hace que Brisa Festival se consolide cada vez más en la provincia y reafirme su idea de seguir ofreciendo música en directo los próximos años: «Nuestra intención es quedarnos e ir adaptándonos a las circunstancias. Ahora hay un aire de optimismo cara al futuro y es muy posible que en el año que viene podamos hacer algo ya más parecido a lo que conocíamos antes de la pandemia. Ojalá consigamos volver a ese formato más de festival».

Festival malagueño y solidario

Brisa Festival cuenta con dos objetivos: por un lado, pretende reactivar el sector musical de la ciudad mediante la promoción de las bandas locales; por otro, busca obtener fondos para ayudar a los más desfavorecidos de la mano de Cruz Roja. «Queríamos que tener un gesto con esas entidades y voluntarios que han estado en primera línea de batalla durante la pandemia. Es importante que se haga desde la música, que es el último sector que saldrá de esta crisis, pero que también sirvió para que muchos nos olvidáramos de la triste realidad que nos asolaba con la pandemia», afirma Agustín Fuentes. Así que, como pueden ver, la cultura es segura y, además de alimentar nuestros corazones, también ayuda a apoyar a los que más lo necesitan.

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