Stéphanie Magnin (32 años) es malagueña y vive en Madrid desde hace ocho años. Sin embargo, está acostumbrada a que su nombre despierte curiosidad en la gente. «En cuanto le digo mi nombre a alguien me mira extraño. Me siento de todos lados y de ninguno a la vez». A pesar de ello, la actriz de padre francés y madre italiana asegura que se siente «completamente española».
La peculiaridad y universalidad de su nombre, definen a la perfección su viva personalidad. Internacional y polifacética. Así es Stéphanie Magnin que estudió en Fuengirola hasta que, tras un año de intercambio en EE.UU. y otro de Erasmus en Milán, se mudó a Madrid para terminar la carrera de derecho. «Y mira para lo que me ha servido. La he terminado pero nunca he ejercido». Nada más acabar derecho se inscribió en una escuela de teatro en la que se dio cuenta que actuar era lo que realmente quería hacer. «Estoy cumpliendo mi sueño y sé que es algo muy difícil».
La devoción que siente por su trabajo y lo mucho que lo disfruta, lo transmite al hablar de cada uno de sus proyectos que recuerda con una ilusión contagiosa. «Me gusta recordarme que estoy haciendo lo que quería hacer». Aún así, es plenamente consciente de que se trata de un camino pedregoso que exige ciertas renuncias y sacrificios, comenzando por la estabilidad laboral propia de un empleo corriente. «Vivo esperando a que me confirmen o no distintos proyectos. Tengo poca organización y estabilidad. En un mes se te pueden juntar tres películas y al siguiente estar mucho más tranquila», explica Stéphanie, qué matiza que ser actriz le ha dado también una gran libertad. «Siento que no estoy esclavizada en un trabajo no quiero. He aprendido a vivir en el caos».
Trayectoria
En 2017 escribió y protagonizó el cortometraje ‘Abuelo’, que recorrió festivales con éxito durante más de dos años por todo el mundo. Dos años más tarde, debutó en el cine con ‘Ventajas de Viajar en Tren’. Este año aterriza en el Festival de San Sebastián con ‘Cerdita’ y la semana que viene lo hará en el Festival de Sitges donde se estrenará ‘Pobre diablo’, la primera serie de animación para adultos española de HBO. «Tengo muchas ganas de que la gente vea este proyecto porque me parece una locura preciosa. Además, me lo he pasado tan bien que quiero comprobar si la gente disfruta viéndola tanto como yo grabándola».
Además del gigante HBO, también ha actuado para Netflix en la quinta temporada de ‘The Crown’. «Me siento muy afortunada por haber tenido la oportunidad y espero que me sigan llegando» señala la actriz, que afirma que no sintió miedo cuando le llegó el casting de Netflix. «No le doy mayor importancia al papel por el hecho de ser de la plataforma».
«Yo lo que quiero es hacer las cosas bien», sentencia con una seguridad que demuestra la seriedad con la que se toma su trabajo. A Stéphanie Magnin le gusta empaparse de los personajes que le toca interpretar. Leer sobre ellos, documentarse y tratar de comprender quienes son. Ejemplo de ello fue el entrenamiento militar al que se sometieron para el rodaje de la nueva serie de RTVE, ‘Fuerza de Paz’, en la que la actriz da vida a la cabo Martín. Puso el mismo empeño cuando le tocó interpretar en ‘El Ministerio del Tiempo’ a Dora Maar, una fotógrafa, pintora y musa de Picasso. Un papel que recuerda con especial cariño, pues admiraba a la artista desde antes de saber que era Dora Maar. «La primera vez que fui al Museo Reina Sofía hice una foto a un collage suyo, sin saber quién era ella, y me gustó tanto que me lo puse de portada de Facebook. Años más tarde, me tocó interpretarla. Fue un papel muy bonito que me hubiera gustado continuar».
Nuevos proyectos
Otro papel que le encantó es el que interpreta en ‘Como Dios manda’, una comedia, que se estrenará próximamente, dirigida por la malagueña Paz Jiménez y rodada en la ciudad natal de ambas. «Una película cien por cien malagueña que disfruté muchísimo. Creo que Paz hizo que realmente fuésemos un equipo y nos lo pasásemos muy bien. Muchas de las risas que se han grabado son reales», señala la actriz, que apreció el hecho de tener un personaje con más recorrido en el que poder profundizar. «Es muy bonito ver cómo van pasando los días y vas conociendo más a tus personajes y a los otros».
Una película, según la actriz, que busca hacer ver la inutilidad de los prejuicios y que la positividad, el amor y un poco de sentido del humor pueden hacer que vivamos en una sociedad un poco más amable. «Si te dicen tus errores con un poco de sentido del humor, seguramente los aceptes con más facilidad», concluye.