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EntrevistaAdriana Ugarte y Rubén OchandianoProtagonistas de 'Lobo Feroz'

'Lobo Feroz': terror, comedia, gore y drama para una historia potente

Una mujer de trágico pasado se une a un policía al borde de la ley para desenmascasar a un asesino serie en este filme de Gustavo Hernández - Los actores prestrenaron este jueves en Málaga el remake español de 'Big bad wolves', el sorprendente thriller israelí que encandiló a Quentin Tarantino - Un relato oscuro sobre la venganza y la redención, con Javier Gutiérrez y Juana Acosta en el cartel, que llega hoy a las salas cinematográficas

'Lobo Feroz': terror, comedia, gore y drama para una historia potenteÁlex Zea

'Lobo feroz' cuenta la historia de Matilde (Adriana Ugarte), una mujer de trágico pasado que une sus fuerzas con un impulsivo policía al borde de la ley (Javier Gutiérrez) para desenmascarar a un asesino en serie. Rubén Ochandiano interpreta a Elías, un enigmático profesor de música que se convierte en el principal sospechoso de los crímenes.

«Es un relato muy oscuro, que habla de una realidad terrible, en el que los personajes tratan, cada uno a su manera, de encontrar la redención y estar en paz consigo mismos», asegura Ugarte. Lobo Feroz, dice la actriz, es como su personaje: «Se mueve «entre tinieblas y persigue la venganza frente a cualquier otra cosa, pero que en el fondo solo pretende ser aquella niña que soñaba con ser feliz».

Gustavo Hernández, el director, convierte este cuento siniestro y encarnizado en una historia menos violenta y más sentimental con mimbres suficientes para llegar al gran público, obviando el poso oscuro y negro de la original. Los cambios respecto al original, Big Bad Wolves, son notables: algunos positivos, como la transformación de Adriana Ugarte en Matilde (el reparto, en general, está espectacular); otros, no tanto, porque aquí la historia se toma demasiado en serio a sí misma, no como en el original.

Lobo feroz es el remake de la exitosa Big Bad Wolves, una película que allá por el 2013 contó con el beneplácito de Tarantino. ¿Cómo se enfrenta uno o a un proyecto así?

Rubén Ochandiano: Esta película es bastante original en su forma de ser contada. Sí, es importante el cómo se cuenta una historia pero en este caso se ha decidido que es mejor el qué se cuenta. Yo vi la película cuando se estrenó y pensé al ver el personaje de Rotem Keinan: ese personaje podría haberlo hecho yo. Soy muy fan de la película israelí y eso me hizo ser un tanto exigente y riguroso con el material cuando lo leí. Estoy de acuerdo en que la película es un cuento sofisticado en el que prima el cómo para un nicho muy concreto de público pero en la nuestra el qué se pone en primer término, sin perder de vista la importancia en la historia de la mezcla de géneros, y Gustavo Hernández [el director] la convierte en una película más accesible para el gran público. Ahora soy más fan de la nuestra.

Adriana Ugarte: Yo no vi la película original. Tomé una decisión, como en anteriores proyectos, no tener referencias de la obra original. No quería intoxicarme a la hora de construir un personaje con comparaciones con el original. Como actriz quería lanzarme a un terreno yermo para empezar a sembrar por mí misma.

Humor negro y violencia puede resultar una mezcla explosiva y Lobo feroz la tiene, desde luego

A.U.: Pero no era un humor buscado... Hay escenas graciosas en realidad porque el contexto es muy violento y muy potente.

R. O.: Lo que diferencia a esta película de otros thrillers es la mezcla de géneros. Tenemos terror, gore, comedia, drama familiar. Todo esto es un cóctel explosivo.

Matilde es un personaje que no tiene nada que ver con ningún otro interpretado anteriormente por usted, Adriana. ¿Cómo lo construyó?

A. U.: Gustavo Hernández me ayudó a modular el lenguaje corporal del personaje y también Elvira Mínguez fue un apoyo. Decidimos alejarnos de lo convencional: los personajes femeninos suelen estar sexualizados en mayor o menor grado y aquí decidimos que hubiera algo más difuminado, entre lo físico y lo psicológico, que no fuera ni hombre ni mujer, como si fuera un animal salvaje.

Y usted, Rubén, ¿cómo afrontó su personaje?

R. O.: Es el personaje más difícil que he interpretado en toda mi carrera. He podido realizar mi propia construcción, teniendo siempre muy claro el tono de la historia.

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