MÚSICA

Reyes Oteo, una malagueña pionera en el término ‘luthier electrónica’

La profesora del Conservatorio Superior crea prendas vestibles que generan música, partituras musicales en soportes inusuales e instrumentos como el gusáfono o la quijada magnetotáxica

Una de las figuras musicales más revolucionarias del siglo XX fue la de Harry Partch, un compositor que escribía sus obras a partir de los instrumentos que imaginaba y fabricaba. La malagueña Reyes Oteo es su heredera en el siglo XXI, en la era electrónica: luces, piel, fuego, gotas de agua, tejidos... Todo vale para hacer realidad los sonidos que imagina. Conozcamos mejor a esta «luthier electrónica»

Reyes Oteo con una capa de luces

Reyes Oteo con una capa de luces / Olivia Pozo

Olivia Pozo

Reyes Oteo es una luthier electrónica, una pionera que destruye todas las barreras de la música para combinarla con la electrónica, vestimentas o incluso el cuerpo humano. La innovación, el emprendimiento y sus incansables ganas de experimentar hacen de ella una maestra de la composición. Se trata de una referente musical en ámbitos artísticos fusionados con el objetivo de crear un universo donde plasmar música sinfónica y electrónica

Luthier es el término tradicional del constructor de instrumentos de cuerda. Reyes, dedicada a crear instrumentos electrónicos con todo tipo de materiales, encontró la designación luthier electrónica para describir de manera sintética su trabajo. ¿Cómo llegó hasta aquí? Es algo para lo que no tiene respuesta: «No es algo que decidiese sino que mis intereses me han llevado a esa conclusión de lo que estoy intentando hacer», explica. La malagueña realizó principalmente los estudios de Composición Musical. Más tarde, se mudó a Ámsterdam para estudiar en el único centro de Europa especializado en la invención de instrumentos interactivos. «También he estudiado desarrollo de productos electrónicos, Filosofía, algo de Programación… un poquito de todo», cuenta Reyes.  Actualmente, es catedrática en el Conservatorio Superior de Música de Málaga, donde se dedica a formar a futuros compositores. 

Con la electroacústica puede crear cualquier sonido que desee. Pero todo tiene un reverso: «Lo más doloroso es que la comunicación con el público no es la misma, no viene de tus músculos, sino que la energía sale de un enchufe». Considera «frustrante» lo qu siente cuando está sonando música muy enérgica pero la persona que hay al mando tan solo está «apretando botones». Así que, como solución, se lanzó a intentar subsanar ella misma esta cuestión. 

Oteo comenzó a hacer sus primeros instrumentos interactivos utilizando objetos que manipulamos diariamente con la finalidad de emitir sonidos, hasta integrar el cuerpo humano como utensilio musical. El fuego, las gotas de agua, los bio-inputs, las verduras y los animales son algunos de los parámetros que añade a la música. Sí, los animales: un ejemplo es el gusáfono, el cual crea su propio tañido al moverse. En su haber, más instrumentos propios con nombres tan sugerentes como el fructófono, guardainfantes interactivo, la piedra con clavos, quijada magnetotáxica

Los wearables o vestibles son otras de sus obras. Prendas de vestir con las que se puede tocar. Uno de ellos es un delantal relacionado con el folclore castellano. Ha trabajado con cascos, faldas, vestidos y guantes, aunque le faltaba algo: la piel. En 2017, la luthier comenzó a desarrollar un proceso cyborg con el cual continúa. Todo esto junto con visuales láser, por los cuales tiene todas las cortinas de su casa agujereadas, se unen en un mismo escenario para crear una función dónde la piel es protagonista. «El proyecto cyborg lo quiero ampliar con elementos de robótica y estoy buscando para ello colaborar con una empresa o universidad», apela Reyes a cualquier profesional que quiera participar en esta propuesta.

Reyes Oteo con la partitura gráfica

Reyes Oteo con la partitura gráfica / Olivia Pozo

El punto de llegada, después del proyecto Cyborg, fue directamente prescindir de pistas y de sensores; su último instrumento en esta investigación es su propio cuerpo colgado boca abajo y «que al contacto con otra piel, según el tacto o la presión, se van tocando los sonidos, sin ningún tipo de sensor». Otra de sus invenciones, es la fabricación de textiles interactivos con grafeno, un polvo relativamente novedoso: «He hecho unos guantes interactivos que estrené hace unos meses». Ahora, informa, está con un nuevo vestible: una especie de cancán del siglo XIX, pero con grafeno». 

También crea obras plásticas de partituras gráficas en soportes inusuales: «Yo las hago por encargo, mandé una a San Sebastián y ellos esperaban recibir unas hojillas o un PDF… y de pronto recibieron un paquete de 70 kilos con tres placas que necesitan enchufe», narra de manera anecdótica. «A veces me preguntan quién me hace la parte técnica», asegura la malagueña. Pero lo hace todo ella: diseñar las placas, atacarlas con ácido, perforarlas, soldarlas, construir las prendas…  

Reyes Oteo es, ya lo habrán comprobado, un talento pionero. Y eso tiene un precio: «El problema de diferenciarse demasiado si eres pionera, como en mi caso, es que la gente es escéptica y lo ve extraño al no haberlo visto antes», según Oteo. Comprende que pueda resultar un trabajo difícil de reconocer, pero está convencida de que empezará a serlo «cuando haya un segundo» que lo haga.

Reyes Oteo estrenará en los próximos días una obra de electrónica y violonchelo, que interpretará Kathleen Balfe, una solista de violonchelo internacional, en Palma de Mallorca. El Contenedor Cultura de la UMA también le guarda un hueco en su programación, específicamente el 10 de enero, en el que se representarán obras de Diana Pérez Custodio y suyas en una mezcla de danzas e interactivos. La protagonista será la citada quijada magnetotáxica, un instrumento construido por la propia luthier electrónica basado en una quijada de vaca que baila con una bailarina por medio de un campo electromagnético. Y en cartera otra pieza, titulada Kitt Kitt PEOW!!!, que exhibirá en el festival El Generador de Girona.

Una de las actuaciones de Reyes Oteo

Una de las actuaciones de Reyes Oteo / Muriel Réa

Pedro del Hierro

En febrero, la marca española Pedro del Hierro decidió crear una colección de capas solidarias de la que serían partícipes ocho mujeres inspiradoras en diferentes campos. Reyes Oteo fue una de las elegidas. Y hace menos de un mes se presentó el resultado, la colección Byby. Los beneficios se destinan al apoyo del emprendimiento femenino y el impacto social. La malagueña codiseñó junto a Nacho Aguayo una capa inspirada en su investigación de materiales. La capa está efectuada en punto de lurex, un híbrido entre el aluminio y un material sintético. «Tiene esta evocación del gusto por la tecnología y el futuro, la elegancia y la estética que tiene mi música», describe. Los beneficios de esta capa irán a la empresa Raft Cultural, una sociedad de microemprendimiento femenino radicada en Málaga: «Se dedican a la gestión de espectáculos de música contemporánea, que es algo que no existe en todo el país».