Los directivos también explicaron que las votaciones se llevarán a cabo en 120 mesas repartidas a lo largo de la explanada del Camp Nou en un horario comprendido entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche.

La intención de la junta directiva es fomentar la participación de los socios en la votación, por lo que se prepararán varias actividades lúdicas en los alrededores del estadio azulgrana.

Aproximadante seiscientas personas trabajarán en la organización y logística del proceso de votación, punto final de la moción de censura presentada por el abogado Oriol Giralt.

Tanto Soriano como Godall aprovecharon su presencia ante los medios de comunicación para reivindicar la gestión de la actual junta directiva y ambos defendieron que la directiva "merece" agotar su mandato hasta 2010.

"El club está fuerte desde un punto de vista institucional y económico y no creo que haya razones para una moción de censura, más allá de los malos resultados deportivos", explicó Soriano, que lamentó que el proceso de censura "interrumpa el mandato natural de una junta en la medida en la que el club necesita una estabilidad".

Así, la votación del 6 de julio obliga al club, según Soriano, a actuar "con rapidez" en cuanto a la planificación deportiva y económica.

Para obligar a la junta a abandonar el gobierno del club, al menos un 66 por ciento de los votos deberían ser en contra de la actual directiva. En tal caso se crearía una comisión gestora que convocaría elecciones, pero que no estaría facultado para gestionar altas y bajas de jugadores.

La junta directiva sólo se plantea dos escenarios posibles tras el voto de censura: "si la moción gana, nos vamos; si la moción pierde, nos quedamos", dijo Soriano, más allá de que un resultado favorable a la oposición, pero no tan contundente como para desalojar a la junta, podría deslegitimar su acción de gobierno.

En ese caso, según el vicepresidente económico, "la junta deberá sentarse y decidir cómo continuar", si bien Soriano descartó la posibilidad de presentar la dimisión.

"Los estatutos dicen que sólo hay posibilidad de que la moción prospere o no y, si no prospera, la directiva continuará ejerciendo sus funciones", apuntó por su parte Godall, encargado de ejercer las labores de portavoz de la junta.

Sobre la posibilidad de optar a la presidencia en las próximas elecciones, Soriano eludió el debate "porque no conviene y no diré nada porque no toca, y no se trata de ninguna táctica", manifestó.