No se engañen. Esta Euroliga no es la del año pasado. No es ese torneo plomizo de la primera fase, con tres y hasta cuatro rivales con escaso pedigrí. La reducción de equipos en esta Fase Regular, de ocho a seis, contrae extraordinariamente la capacidad de reacción en caso de traspiés inesperado. En una liguilla con apenas diez partidos, donde pasan cuatro, cada uno vale su peso en oro. O en pasta, pasta fresca y sabrosa italiana, que para eso estamos en Avellino.

Por eso, la visita al país transalpino posee una trascendencia enorme. No para acceder al ´Top 16´. Ese debate, para un club como el Unicaja, debe estar ya superado. Lo que está en juego en Avellino es un puesto de cabeza en este Grupo A. Con todo lo que eso conlleva: un sorteo menos dañino en el selecto club de los 16 mejores de Europa.

El Unicaja, por el momento, ha cumplido el guión. Victoria, aunque con más sufrimiento del deseado, ante el Le Mans. Luego, derrota por 11 puntos en Atenas. Una desventaja recuperable en el Carpena. El primer gran test del ´eurocurso´ llega esta noche, en la ´ratonera´ del conjunto italiano.

Con capacidad para escasamente 5.000 aficionados, el PalaDel Mauro será, a buen seguro, un obstáculo complejo en el camino verde. Pero no insalvable. Es cierto que el Avellino se la juega, tras contar sus dos primeros encuentros por derrotas, ante Olympiacos y Maccabi. Pero lo que se pone en juego a ojos del Unicaja es un puesto de honor en este grupo. Pugnar, por qué no, con griegos e israelíes por el liderato. Visto lo visto hasta el momento, esa meta es posible.

La solvencia demostrada por el Unicaja ha sorprendido a muchos en este comienzo de proyecto. Aíto García Reneses se ha encontrado un equipo nuevo, al que debe aún transmitir sus enseñanzas. Y eso no es fácil. Requiere un tiempo que el equipo parece recortar.

Será un duelo inédito, aunque con sabor dulce. Italia es un país que, históricamente, se le ha dado muy bien a los cajistas. Se ha ganado en Milán, en Roma, en Treviso, en Siena... La siguiente pica debe ser en Avellino, una pequeña ciudad al Este de Nápoles que, tierra adentro, "vive para el baloncesto", como admitió ayer en La Opinión Marko Tusek, ex ala-pívot esloveno del Unicaja.

Aíto no quiere dejar nada para la improvisación. Por eso, la plantilla se ejercitó por la tarde en el PalaDel Mauro, tras un viaje ´movidito´, con algunas turbulencias. Y esta misma mañana volverá a hacerlo. Al fin y al cabo, el equipo, tras su apabullante victoria del domingo en Murcia, sólo tuvo el lunes para preparar este fundamental choque.

Toda la plantilla está disponible. Dejando a un lado a los lesionados de larga duración -Berni, Alfonso y Germán-, los demás están en perfectas condiciones. Jiménez es la única duda de los viajeros por una inoportuna dorsalgia que le impidió entrenarse ayer en Italia. Vitor Faverani, como siempre en Euroliga, se ha unido a la expedición, con lo que habrá una rotación más para la ´pintura´.

Rival sin pedigrí. Delante, un club sin historia en la Euroliga, al alza en Italia, con más ilusión que presupuesto. Repleto de foráneos, Zare Markovski tiene bajo sus órdenes nada menos que seis estadounidenses. ¡Seis! Y, algo más llamativo aún, cuenta con tan sólo tres jugadores italianos. Sí, apenas tres. Y de ellos, uno es el ex ACB Nikola Radulovic (Joventut y Valladolid), croata de nacimiento. Con razón la selección italiana está como está. Por cierto que el querido Tusek es el ala-pívot titular del equipo. Un chico con una excelente mano, pero pasados los 30 años y en su ocaso baloncestístico.

La cita es a las 21.00 horas. El atajo para el ´Top 16´ está en Avellino. Hay un atajo por el que colarse y acceder a los puestos nobles del Grupo A. La victoria es obligatoria. Una tesitura a la que este nuevo Unicaja de Aíto no ha estado expuesto hasta el momento. A ver cómo responde el equipo a la presión generada.