Por segundo año consecutivo, el Málaga CF escogió la bella localidad de Benahavís, perteneciente a la comarca occidental de la Costa del Sol, para realizar la estadía de once días en los que el contacto diario del bloque blanquiazul será clave a fin de sentar las bases del proyecto 2009/10.

Fueron 29 jugadores los que se desplazaron hasta el Gran Hotel de Benahavís para, desde ayer y hasta el 8 de agosto, cargar las pilas de cara al inicio liguero en La Rosaleda frente al Atlético de Madrid en el último fin de semana del próximo mes.

La expedición blanquiazul llegó a idéntica hora que el pasado año, las 13.40, pero con una diferencia significativa: siete grados menos de temperatura. Si en 2008 el bochorno se hizo insoportable, con 36 grados, esta vez hacía 29, algo que agradecía el cuerpo.

En esta ocasión los lamentos no iban destinados a la meteorología, sino a la eliminación de la Copa de la Paz de manos del Atlante mexicano cuando las semifinales estaban a un paso, tras vencer al Aston Villa.

Además de los jugadores, se desplazaron a Benahavís el entrenador, Juan Ramón Muñiz, el segundo entrenador, Dely Valdés, el preparador físico Enrique Ruiz, el entrenador de porteros Paco Ruiz, los técnicos auxiliares Rafa Mondragón y Álvaro Reina, el doctor Juan Carlos Pérez Frías, los fisioterapeutas Luis Barbado y Pedro Serrano, el masajista Marcelino Torrontegui, los utilleros Miguel Zambrana y Juan Carlos Salcedo, el nutricionista Paco Jaime y el delegado Vicente Valcarce.

Nada más bajarse del autocar, los expedicionarios se encaminaron hacia sus habitaciones y un cuarto de hora después ya bajaban al comedor para el almuerzo. Tras la comida, la mayoría de los jugadores se echaron una necesaria siesta después del esfuerzo del entrenamiento de ayer por la mañana en La Rosaleda y antes del que les esperaba por la tarde en el campo de fútbol anexo al complejo hotelero.

Los utilleros, auxiliares técnicos y auxiliares médicos comieron más tarde que los demás, ajetreados con el material que debían bajar del autobús y llevarlo a las habitaciones destinadas tanto a las camillas para las recuperaciones de los dos lesionados, Cuadrado y Apoño, como a las de la vestimenta, balones y demás enseres imprescindibles.

Son sólo 85 kilómetros desde Málaga a Benahavís. Pero muchos de los jugadores ya echaban de menos el tener que estar once días sin ver a sus familias. Arrancó la pretemporada en Benahavís.