"Llegaremos en las mejores condiciones posibles, no estamos acostumbrados a estos viajes en autocar, pero estamos muy bien físicamente", dijo ayer el barcelonista Sergio Busquets, en relación al largo viaje por carretera que le esperaba a la primera plantilla culé hasta tierras italianas. Una auténtica ´odisea´ que está originada en la nube volcánica que ha paralizado el tráfico aéreo justo a las puertas del choque de ida de las semifinales de la Liga de Campeones.

El Barcelona jugará mañana en el campo del Inter de Milán. Al no poder usar el aeropuerto de la capital condal, partió ayer al mediodía con diez horas en autobús por delante. Las que de forma neta tardará en cubrir casi 1.000 kilómetros. A priori la expedición pretendía hacer noche en Niza o incluso Montecarlo, pero debido al torneo de tenis que por otra parte tiene también colapsado Mónaco y todo su entorno –en cuanto a la falta de habitaciones de hotel–, finalmente optó por otro lugar de cine, Cannes. Para evitar la noche, cubrió ayer 630 kilómetros y a lo largo de la jornada de hoy tiene previsto completar los 330 restantes.

"No es ninguna excusa", recalcan los futbolistas sobre un posible tropiezo ante la escuadra interista. Además, Guardiola, con la intención de hacer piña, ha convocado a todos los jugadores disponibles. Sólo se han quedado en Barcelona Chygrynskyi, que no puede jugar esta competición por haberlo hecho ya con el Shaktar, y el lesionado Iniesta. El canterano Fontás ha completado la lista.

Las reacciones ante las circunstancias de este viaje no han tardado en llegar. Por ejemplo, en nuestra tierra, muchos equipos del Grupo IV de Segunda B han lamentado que haya quejas en Barcelona por tanto kilómetro por delante. "En una sola semana recorrimos por carretera nosotros más de 3.000 kilómetros y acumulamos 26 horas en autobús", se lamentaban en Lepe integrantes del San Roque.

Esta escuadra de una localidad situada a apenas 20 kilómetros de Portugal se ha desplazado esta Liga hasta la comunidad murciana en seis ocasiones. Al disputar la Copa Federación contra el Lorca o el Almansa la situación ha sido todavía más compleja. "Además de que no se puede comparar un vehículo como el que usamos nosotros, con el que, por cierto, estamos muy contentos, que el autocar de súper lujo del Barcelona", ha explicado el club lepero .

Este mismo fin de semana, en otro deporte donde la elite también incluye escuadras de la segunda división nacional, el Palencia de LEB Oro de Baloncesto cruzaba toda la península Ibérica para medirse en Benagalbón al equipo Clínicas Rincón Axarquía, vinculado del Unicaja de ACB. Y no menos significativos son los traslados por todo el país, también por carretera, del Antequera de la máxima competición española de balonmano. Tampoco en estos deportes se escucha ninguna queja.

Además, como la crisis ha recortado las nóminas de muchos de los jugadores que militan en conjuntos de Segunda B o Tercera, ni se sueña con poder dormir en un hotel: "Ya no digamos a pasar una noche, como el Barcelona, en Montecarlo o Cannes. La mayoría tenemos que completar el sueldo con otro trabajo y es imposible evitar los desplazamientos de noche, como ha hecho el Barcelona", manifiestan en el seno de otro club sevillano de Segunda B.

La excepción de ayer, en un domingo negro en cuanto a la casi ausencia de tráfico aéreo en España, la puso el Racing de Santander, que después de empatar ante el Xerez a domicilio, logró tomar tierra en el aeropuerto cántabro de Parayas. Aena confirmó que había cancelado por la nube volcánica 17 salidas y 18 llegadas. Pero Tchité, Canales o Moratón no tuvieron que emular ayer a Messi o Alves.