­Laura Davies (-11) se llevó el Open de España. La veterana inglesa de 46 años, que llegó a Flamingos Golf (Benahavís) como la gran favorita, regaló todo un espectáculo de categoría. El de ayer es su segundo triunfo en tierras españolas, pero ocurre que el primero fue en 1986, casi recién llegada al mundo profesional. Cerca de un cuarto de siglo después esta jugadora sigue sumando éxitos. Una trayectoria brillante. Ayer conquistó la 76ª victoria en su carrera. Muy pocas en la historia pueden hablarle de tú a tú.

Davies, que además esta semana en Málaga se jugaba mucho de cara a conquistar el Orden de Mérito del circuito europeo esta temporada, sumó el cuarto triunfo esta campaña, tras los de Nueva Zelanda, Alemania y Austria.

Pero no todo fue coser y cantar ayer. Pese a que la historia de Davis en Flamingos tuvo un final feliz, lo cierto es que pudo acabar de otra manera. En primer lugar, porque ayer sí sopló el viento de verdad en Flamingos. Y el viento en un campo de golf puede hacer que todo cambien en cuestión de segundos. Aún así, la campeona controló la situación en una jornada en la que pasaron muchas cosas, y marcó en todo momento a su máxima rival y compañera de partido, la también inglesa Lisa Hall (-8).

Las alarmas sonaron en el hoyo 13, donde Davis se complicó la vida y firmó un cuádruple bogey. La inglesa se situaba uno arriba en el día (-10 total acumulado en ese momento). Así, hasta la estadounidense Christina Kim (-9) –la nueva embajadora de la Candidatura española de la Costa del Sol a la Solheim Cup 2015–, que había acabado firmando un gran 65, se veía con opciones de victoria. Pero Davies, lejos de apagarse, respondía con dos birdies consecutivos.

Por cierto, precisamente cuando la inglesa descendió a -10, la navarra María Hernández, que fue la primera líder del torneo, llegaba al green del 18 y se dejaba una opción de birdie de unos seis metros y cuesta abajo. Terminaba tripateando y se esfumaba su opción de llegar a un doble dígito que en ese momento era cabeza de torneo y acabó con -8, quinta y como la mejor española.

En cuanto a las malagueñas, Azahara Muñoz cerró su participación con un discreto -4 en el total y en el puesto 24. La jugadora de San Pedro de Alcántara, aunque muy regular, no encontró su mejor juego para disfrutar en casa. Laura Cabanillas, que en la primera jornada firmó un fantástico 66 que le colocó entre las primeras, acabó con -2, en el puesto 38 de la tabla.

Tiempo habrá de valorar más en profundidad esta edición del Open de España (la novena que se juega con esta denominación, aunque anteriormente se jugaron otras nueve entre 1982 y 1996). Pero el balance es muy positivo y, sobre todo, prometedor de cara a un futuro en el que al fin la Costa del Sol apuesta por el golf femenino profesional.