El mejor Leo Messi, que lleva anotados 22 goles en los 17 encuentros disputados en la presente temporada, llegará al gran clásico del próximo lunes ante el Real Madrid en el mejor momento, exultante de confianza y con un nuevo reto: marcarle por primera vez a un equipo entrenado por Jose Mourinho.

Jugador genial, delantero letal, futbolista supremo; el insaciable Leo Messi está en el mejor momento de su carrera. Lo demuestra partido a partido, lo certifican los 15 goles marcados en los últimos nueve partidos, las 22 veces que ha llevado el balón a la red en los 17 encuentros jugados esta temporada, con el Barça y con selección.

En Almería firmó su séptimo triplete, el octavo contando el póquer de tantos que consiguió el año pasado en la Liga de Campeones en el partido de vuelta de la eliminatoria ante el Arsenal.

Con la llegada de Pep Guardiola al banquillo del Barça, el bajito Leo ha crecido. Ha crecido como goleador (marca más tantos que nunca), como jugador (da más asistencias) y, además, ha evitado estar de baja por lesiones, desde la llegada de Guardiola al equipo (2008-09).

Y es que Guardiola ha sabido encontrarle a Leo su sitio en el campo. Habitual al principio como jugador por la banda derecha, desde donde trazar demoledoras diagonales y rematar al palo largo; Leo evolucionó a partir de la pizarra del entrenador.

De jugador zurdo jugando por banda derecha, Leo ha pasado a jugar de media punta, de enlace y ha revolucionado el juego de su equipo arrancando desde cualquier posición, un tótum revolutum convertido en arte y en imprevisión.

Guardiola, que siempre ha calificado a Leo como un goleador, ha sabido encontrarle el encaje en el equipo. Con Samuel Eto'o, Zlatan Ibrahimovic o con David Villa, el técnico del Barça siempre ha tenido claro que su delantero centro, su nueve, aunque luzca el diez, es Leo Messi y los números le han dado la razón.

Desde que el entrenador del Barça sustituyó a Frank Rijkaard, en el verano de 2008, Messi ha marcado 107 goles. Guardiola siempre dice que si no tuviera a Leo en su equipo, estaría entrenando en segunda división.

Seguramente es una exageración, aunque también exagerados son los números del delantero desde la llegada de Guardiola. Ya en la primera temporada, el argentino marcó 38 goles, 23 en Liga y 9 en Champions.

Será por el sistema de preparación física impuesto desde su llegada al equipo, las estadísticas demuestran que Messi ya no es un asiduo de la enfermería como en sus inicios, cuando las continuas lesiones musculares llegaron a preocupar seriamente a los médicos del Barça.

Desde que debutó en el Barça (2004-05), la explosividad de Leo le pasó factura por medio de lesiones musculares en el bíceps femoral en la campaña 2005-06 (tres meses baja total) y en la 2006-07 (tres meses y una semana). En la última de Frank Rijkaard, la 2007-08, todavía Messi estuvo parado durante dos meses y medio a causa de un par de lesiones en el bíceps femoral.

Se llegó incluso a especular con que las lesiones tenían que ver con el tratamiento hormonal al que se había sometido a su llegada al Barcelona, algo desmentido médicamente y también por las pocas lesiones sufridas en las dos últimas temporadas.

En la 2008-09, la primera de Guardiola, estuvo un mes de baja en total; y en la pasada se perdió tres semanas a causa de diferentes lesiones de escasa importancia. En este inicio de temporada, únicamente ha estado fuera de la dinámica del equipo durante diez días, producto de la entrada de Ujfalusi.

Y los datos demuestran que si Messi juega, Messi marca. En la 2008-09, el argentino consiguió 38 goles: 23 en Liga y 9 en Champions, donde fue capital en el triunfo del Barça en la final ante el Manchester United (2-0) y autor del tanto con el que se cerró el partido.

Pero en la siguiente, sus prestaciones aún mejoraron. Bota de oro europea (34 tantos en Liga) y 47 goles en total, incluidos ocho en la Liga de Campeones.

Leo parece embalado en este inicio y lleva 22 goles desde que empezó la temporada en agosto: 13 en la liga, 1 en Copa, 5 en la Champions, 7 en otras competiciones.

El argentino, está dispuesto a batir todos los récords, tiene un nuevo reto entre ceja y ceja que puede superar el próximo lunes, si es capaz de continuar con su racha y marcar un tanto al Real Madrid.

Sería la primera vez que consigue marcar a un equipo entrenado por Jose Mourinho, algo que no ha logrado ni cuando el portugués entrenaba al Chelsea (cuatro partidos) ni cuando el luso dirigía al Inter de Milan (tres).