En una jornada en la que el mal tiempo y la esporádica lluvia fueron los protagonistas no deseados, el RCT Barcelona-1899 acogió los cuatro partidos de cuartos de final de este Barcelona Open Banc Sabadell - 59º Trofeo Conde de Godó con la esperanza truncada de ver el sábado unas semifinales totalmente españolas, y es que el croata Ivan Dodig dejó en la cuneta a Feliciano López.

El agua no llegó a interrumpir ni anular ningún partido, ya que hizo acto de presencia al término del Nadal-Monfils, aunque sí hizo alargar una jornada de cuartos a la espera de poder jugar con las mejores condiciones. Pese a ello, y al fuerte viento que sopló sobre la tierra batida del club barcelonés, la jornada transcurrió sin incidencias.

Nadal no dio opción alguna a Gael Monfils, número 9 del ranking ATP, y se deshizo del francés con un doble 6-2 en hora y cuarto de juego, con una superioridad ya normal en los duelos que el de Manacor juega en su casa tenística. Tras conseguir el galo los primeros juegos en ambos sets, fue Nadal quien impuso su juego, golpes precisos sin retorno posible y una mayor movilidad que acabó con el jovial Monfils, que llegó a aplaudir el juego del actual número 1.

Empezó bien el posible pleno en 'semis', y más con la victoria de David Ferrer sobre Jurgen Melzer. A priori era el partido más difícil, el que podía romper los mejores pronósticos, y es que el austriaco fue el verdugo del de Xàbia en Montecarlo y está en plena forma. No obstante, en un partido extraño por el fuerte viento, fue 'Ferru' quien impuso su mejor tenis sobre tierra batida.

Melzer basó su juego en el saque y en acortar los puntos con puntos ganadores con su 'drive' de izquierdas, si bien no le salió el partido esperado. En cambio, Ferrer no cedió y fue quien menos erró, para ir de menos a más y en un gran final de partido con dos roturas y un juego en blanco consiguió el billete para semifinales, las cuartas consecutivas, en casi hora y medio de partido.

No obstante, en el único enfrentamiento que se fue a los tres sets se rompió la racha de los tenistas nacionales. Feliciano López, que consiguió meterse en cuartos de final por primera vez en doce años, no pudo acabar con la gran revelación del torneo y se quedó con las tan ansiadas semifinales, con el premio añadido de jugar y retar al gran dominador de la última década en el Godó, Nadal.

En la primera manga, el croata Ivan Dodig --26 años y número 56 de la ATP-- impuso su fuerza sobre el de Toledo y, en el primer duelo entre ambos, puso en aviso a 'Feli' con un 6-4. Se recuperó el español, apoyado por los pocos aficionados que se quedaron en la Pista 1 mientras Melzer y Ferrer ocupaban la Central.

Así, se quedó con el segundo con un bastante claro 2-6 y forzó el tercero y definitivo, donde se vino abajo de nuevo y se quedó sin poder jugar el sábado. Y eso que en el segundo set obtuvo dos juegos de rotura y se llevó otro en blanco, pero en el momento decisivo, en el último set y con 3-4 favorable, se borró del partido. Dos juegos y un 'break' para el croata y adiós al pleno.

En el último enfrentamiento de este viernes, con luz natural por los pelos, el cuarto de final fraternal fue para el murciano Nicolás Almagro, que se deshizo de Juan Carlos Ferrero con un doble 6-3 en poco más de una hora (1:04:59). Empezó fuerte el murciano, que intentó atacar los saques de Ferrero y aprovechar su mal estado físico, tras siete meses sin jugar.

Pese a todo, el valenciano se repuso bien y tras estar 2-0 abajo al inicio del primer set, consiguió darle la vuelta al marcador y ponerse 2-3. A partir de aquí, las fuerzas mermaron y Almagro llegó bien al 6-3 final. En la segunda manga, dos 'breaks' de Almagro en momentos clave impidieron la tercera manga y, al verse sin opciones Ferrero, el partido acabó con otro 6-3 para un Almagro que se medirá mañana a un Ferrer al que nunca ha ganado. Será un duelo de altos vuelos dado los precedentes.