El piloto alemán Sebastian Vettel (Red Bull) ha enfilado hacia su segundo título mundial de Fórmula Uno después de su segundo puesto en el Gran Premio de Canadá, casi en la misma medida en la que el español Fernando Alonso (Ferrari) se ha alejado de cualquier opción de ganar el campeonato.

Vettel vio cómo el británico Jenson Button le arrebataba la victoria en la última vuelta de la carrera de Montreal, pero el alemán salió fortalecido en su liderato, ya que a su segundo puesto se une el hecho de que dos de sus perseguidores se quedaron sin sumar puntos, otro sumó menos que él y el cuarto sólo le recortó siete.

Con 161 puntos, el alemán, que vio al británico Lewis Hamilton (McLaren) quedarse también a cero en Montreal, tiene a Button en la segunda posición, pero con 101 puntos sumados, mientras que el australiano Mark Webber suma 94, al propio Hamilton tiene 84 y Alonso 69.

Así, a pesar de las doce carreras que aún restan en el campeonato, Alonso, tras su abandono en la carrera canadiense, ha quedado a 92 puntos del piloto alemán, una distancia que se antoja insalvable dada la gran diferencia de rendimiento entre Ferrari y Red Bull.

Ferrari se había fijado las carreras de Canadá, Valencia y Silverstone como límite para reaccionar ante el dominio abrumador de Red Bull y que, en caso de no producirse tal reacción, podría desembocar en que la escudería italiana se centrase en el coche de 2010.

Sin embargo, después de haber tenido el mejor sábado de la temporada, con Alonso en segunda posición y el brasileño Felipe Massa en la tercera de la parrilla de salida, la lluvia y los incidentes de carrera echaron por tierra el trabajo de Ferrari y alejaron mucho más el objetivo de dar caza a Red Bull en sólo una carrera.

Aunque todo apunta a que para la carrera del Gran Premio de Gran Bretaña, en Silverstone, la FIA puede prohibir los difusores soplados, para entonces la ventaja de Vettel puede ser insalvable por mucho que le afectase esta restricción al rendimiento de su monoplaza.

Igualmente, tras dos circuitos como Mónaco y Montreal que se adaptaban bien a las características del Ferrari 150º, ahora llegan el de Valencia y especialmente el de Silverstone, en los que se deberá ver si Ferrari ha mejorado sus monoplaza en este tipo de trazado.

A pesar de que Fernando Alonso reclamó para las próximas carreras una mayor dosis de fortuna de la que ha tenido Ferrari hasta la fecha en el actual campeonato, sólo con esto no bastará, puesto que el monoplaza ha mostrado notables carencias en algún tipo de circuitos y sin mejoras efectivas solo con la suerte no bastará.

En concreto, la escudería italiana deberá comprobar si ha mejorado el rendimiento del coche con los compuestos más duros de Pirelli y que en los Grandes Premios de Turquía y España les hicieron pasar un calvario ante Red Bull y McLaren.

Tras Canadá, Alonso afronta la segunda carrera de la temporada en casa, en el circuito urbano de Valencia, con el objetivo de ofrecer su mejor versión ante su afición si el rendimiento del Ferrari 150º se lo permite.