De Málaga a Pedreña (Cantabria). Ese fue el viaje que emprendió Adrián Miramón para competir en las regatas de traineras que se celebran cada verano en el norte de España. Allí se toman esta competición de otro modo, con más pasión, y, por supuesto, tiene más repercusión. Esa es la experiencia que se trae el remero del Real Club Mediterráneo para tierras costasoleñas.

«La experiencia ha sido brutal, he aprendido muchísimo. Aquello es como si fuera Primer División de fútbol. Ahora que estoy aquí, quiero ayudar a mis compañeros y enseñar lo que he podido aprender allí», afirma Miramón.

La oportunidad de competir le llegó a Adrián Miramón gracias a que un entrenador del norte viajó a Málaga para entrenar, ayudar y corregir a los remeros del club malagueño. El preparador quedó encantado con sus tiempos y su forma de competir y le propuso a los clubes que participan en las traineras. «A principio de año vino un entrenador de allí. Vino a echarnos una mano, a corregirnos y tal y hablé con él. Le dije mis tiempos y que estaba muy bien. Me vio bien y me dijo que iba a hablar con gente de allí para buscarme un equipo. A la semana me llamaron y subí a hacer las pruebas y me cogieron», explicó.

No fue fácil para el malagueño ya que cambia la forma de remar de unas barcas a otras pero todo salió bien y lo seleccionaron. «Fueron unas pruebas muy duras y además hicimos una competición. Y les convencí. Me vieron remando y les gusté. Está el remo olímpico y éste que es banco fijo. Las traineras son de 13 y los llaut de 8. Se usan menos las piernas. Competí en primera división. No tuvimos buenos resultados (risas). Pero la experiencia fue increíble», señaló.

Experiencia inolvidable. Pese a no obtener unas grandes marcas con su club, Adrián Miramón está encantado de la experiencia y vivida y todo lo que ha podido aprender en estos meses. «Son regatas de seis kilómetros, 5.800 metros mas ó menos. No se dio muy bien las coas las primeras regatas, nos costaron mucho. Después cambiamos de barca y ganamos a los que iban por delante nuestra en el Campeonato de España. Pero llevábamos mucha desventaja de las primeras pruebas y era imposible remontar», apuntó.

La pena para el costasoleño es que no pudo cerrar la competición con su equipo, ya que tuvo que volver a Málaga para realizar unos exámenes, porque además del remo Miramón también está centrado en sus estudios. «Yo no he podido competir en la última prueba porque me he venido a hacer exámenes. Después de estos exámenes pretendo hacer un grado superior de Educación Física, lo que me gusta», concluyó.

Adrián Miramón: «Allí todo es diferente, a ver si puedo volver». Adrián Miramón ha quedado encantado con la experiencia. Sobre todo, el remero del Real Club Mediterráneo se ha quedado sorprendido con el seguimiento y la forma de vivir la competición de traineras que tienen en las comunidades del norte. «Allí todo es diferente. Durante dos meses, todos los fines de semana hay regatas sábado y domingos en Cantabria, Galicia y País Vasco. Hay muy bien ambiente, se toma todo diferente y con más interés. Tiene mucha más repercusión y la gente le presta muchas más atención que en Málaga», apostilló.

Las pruebas se concentran únicamente durante el verano, y la regata «reina», se ha disputado este fin de semana en la playa de la Concha de San Sebastián. Al malagueño le ha quedado la espinita de no haber podido participar en dicha competición por tener que regresar a Málaga antes de tiempo por otras obligaciones. «Es un rollo diferente. El jueves fueron las clasificatorias en la playa de la Concha, es como la regata reina por así decirlo. Van muchísimas traineras. Se clasifican 7 de 30 más o menos. Es una regata muy complicada. Me hubiera encantado estar allí y poder participar».

Por último, la única intención de Adrián tras lo vivido este verano es poder regresar la temporada que viene y poder seguir aprendiendo. «Cuando acabe la temporada hablaré con los clubes para ver si puedo volver el año que viene. Estaría muy bien poder volver y hacerlo mejor que este año», apostilló.