­El defensor de Marta Domínguez mantiene que los casos de dopaje se han dado por igual en todos los deportes, pero han trascendido más en el atletismo y el ciclismo por ser las dos disciplinas con un mayor número de controles.

¿Cuáles son las principales novedades del Código Mundial Antidopaje en este 2015?

Fundamentalmente, el endurecimiento de las sanciones, que se dobla y la suspensión pasa de dos a cuatro años. Las federaciones internacionales ya lo han incorporado a sus normativas y otra cosa son los estados, que deben aprobar las correspondientes leyes y tardarán más en hacerlo, pero la idea es que las sanciones se apliquen y tengan vigencia a escala mundial y en los mismos términos y condiciones. Siempre las federaciones tienen más margen de acción que los estados porque su reglamento lo pueden modificar con mayor facilidad.

En Alemania se plantean incluso en su reforma legal penas de tres años de cárcel para casos de dopaje. ¿Puede ser éste el camino a seguir por otros países?

No lo creo. Alemania está recibiendo muchas críticas al respecto. Esa vía ya la intentó en su momento Francia y se demostró que fue un fracaso. Italia también la intentó sin buenos resultados y no creo que la vayan a seguir muchos países.

Las operaciones «Puerto», «Galgo», «Grial», los casos de Marta Domínguez, Contador, Pedro Delgado... ¿Por qué el ciclismo y el atletismo acaparan las sospechas y las investigaciones por dopaje?

Tradicionalmente son los deportes en los que se hacen más controles y, lógicamente, por eso hay más posibilidades de detectar casos, aunque yo creo que todas las autoridades antidopaje saben hoy que esto es algo que se da en todos los deportes. Otra cosa es que no se conozca con exactitud la intensidad del problema porque te puedes encontrar datos de todo tipo. Es algo que se da en todos los deportes, aunque también es cierto que cada vez hay menos dopaje, y sobre todo en ciclismo y atletismo, disciplinas en las que se está luchando contra ello.

El «escándalo Armstrong», por su enorme repercusión mundial, ¿ha marcado un antes y un después en la lucha contra los tramposos en el deporte?

Sinceramente, no lo creo. El «caso Armstrong» lo que ha puesto en evidencia son las graves deficiencias que hay en la lucha contra el dopaje. Cuando hay un deportista que durante años se somete a controles de dopaje y no se detecta ninguna sustancia y sólo se puede probar cuando hay compañeros que declaran que le vieron doparse, no se puede vender como un triunfo en la lucha contra el dopaje.

¿Y cuáles son esas graves deficiencias de las que habla?

El mero hecho de pasar cientos de controles sin que se detecte sustancia prohibida a una persona que luego se demuestra que se estaba dopando me parece que es un fallo enorme de la lucha contra el dopaje.

¿Se están corrigiendo esos enormes fallos?

La lucha contra el dopaje se está mejorando de un tiempo a esta parte y estoy convencido de que el problema del dopaje es cada vez menos grave en el mundo del deporte.

En determinados casos de dopaje ha dado la impresión de que las agencias nacionales y la mundial seguían distintos criterios...

Es posible que haya podido haber algún problema aislado, pero desde hace ya tiempo se trabaja con armonía entre las agencias nacionales e internacionales de todo el mundo.