La llegada del mes de mayo solo puede significar una cosa en el mundo del fútbol: el fin del campeonato liguero. Los últimos partidos suelen significar auténticas finales para algunos equipos, como es el caso del CD El Palo, penúltimo, y el Marbella FC, duodécimo.

Los conjuntos malagueños se enfrentarán hoy (19 horas) en el Nuevo San Ignacio en un derbi que podría condenar al ostracismo de la Tercera División al que pierda o teñir de bronce un año más al que gane. El partido, que vendrá acompañado de un tiempo exquisito, estará dirigido por el colegiado valenciano Carlos Alberto Carbonell Hernández.

Victoria o muerte. Es el lema que se repiten los seguidores de cada conjunto ante este partido. La sana rivalidad entre estos equipos se verá reforzada en el derbi ante las necesidades que ambos conjuntos viven actualmente. Los equipos malaguistas batallarán como dos perros callejeros por el último trozo de carne.

Una hipotética victoria marbellí, junto a la derrota de rivales directos como el Cartagena, La Roda y el Lucena, le darían la salvación matemática. Ese fue el objetivo que se le impuso a Lorenzo Morón «Loren» cuando se hizo cargo del equipo después de Pablo Alfaro. El exfutbolista marbellí le dio un cambio al equipo que logró sacarlo del pozo del descenso tras cosechar dos victorias, ambas fuera de casa, y tres empates.

Loren conoce la importancia de arrebatarle los tres puntos a los locales por lo que viajará a la barriada malagueña de El Palo con todos sus efectivos excepto Ovidius Verbickas, que sufre un proceso febril. El conjunto de Marbella tendrá sus esperanzas puestas en que el interior Javier Añón se recupere de su lesión en el sóleo derecho y pueda calzarse las botas aunque sea unos minutos. Sus seis goles son uno de los motivos por el que el Marbella esté cumpliendo por ahora su objetivo de seguir en la categoría.

El CD El Palo es quien llega más necesitado al encuentro. Los malagueños ocupan el segundo lugar por la cola tras lograr tres puntos de los últimos 24 en juego. Los pupilos de Rafa Muñoz no ganan desde aquella victoria fuera de casa ante el Linense por 3-4. A partir de ahí, tres empates y cinco derrotas. Una victoria le daría el impulso necesario para llegar vivo ante los dos últimos choques y jugársela toda a una.

Los locales tendrán también un ojo puesto en lo que ocurra en el resto de partidos, ya que, de momento, El Palo no depende de sí mismo para mantener la categoría. Para salvarla, los pupilos de Rafa Muñoz se encomendarán a la calidad y la veteranía de Apoño. La permanencia pasa por las botas del exmalaguista y por su hermano Juanillo, máximo artillero del equipo con seis tantos. A pesar de ello, el extremo malagueño es un jugador bastante irregular capaz de resolver un partido en una jugada o de arrastrar las botas durante los 90 minutos.

En lo referente al árbitro, las estadísticas son favorables al Marbella: dos victorias visitantes y cinco empates de los nueve partidos arbitrados por el valenciano esta temporada. Es, además, un trencilla poco paciente, ya que saca de media algo más de ocho tarjetas por partido: 75 en total.

Hoy, un equipo malagueño puede salvar matemáticamente la categoría o caer a Tercera División. La alegría de unos será el llanto de otros. El trabajo de prácticamente un año se plasmará hoy sobre el césped artificial del Nuevo San Ignacio. Con el permiso de la playa, los espetos y el buen tiempo, el fútbol hoy será protagonista en el barrio pesquero de El Palo.