­El malagueño Miguel Ángel Jiménez participa desde hoy en la 145 edición del Open Británico en Royal Troon, en la costa occidental de Escocia. El churrianero acumula 23 participaciones en el Abierto Británico y, a sus 52 años, llega a Troon entre los primeros del Circuito Senior Estadounidense, aunque no ha podido completar su gran objetivo: ganarse una plaza en el debut olímpico del golf en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

«Estoy muy contento, porque ya huele que puede ser uno de los últimos majors que juegue del calendario regular. Cada oportunidad que tengamos hay que aprovecharla, porque lo lógico es que la cosa vaya por ahí. Pero claro, estoy feliz de estar aquí con los primeros espadas de mundo, ya lo echaba de menos», se sinceró Jiménez ante los micrófonos del portal especializado Ten-Golf.

«Estoy intentando ajustar algunas cosillas con el swing, pero me encuentro bien y dándole decente a la bola», dijo el malagueño, que sólo ha logrado clasificarse para uno de los cuatro grandes esta temporada, sin entrar en el Masters de Augusta y el Open de Estados Unidos. Los años no pasan en balde para nadie y el «Pisha», uno de los grandes golfistas de los últimos 15 años, comienza a sufrirlo. Los campos son cada vez más largos, más físicos, y él sufre ante jóvenes salidos del gimnasio, con más fuerza y mucha más distancia de pegada que el malagueño.

En todo caso, el campo escocés se amolda mejor a sus cualidades, y Jiménez espera poder plantarse en el fin de semana, superar el corte, y seguir estando en la «pomada». Junto a Jiménez habrá un amplio elenco de jugadores españoles, con el castellonense Sergio García, el canario Rafa Cabrera Bello, el vizcaíno Jon Rahm y el granadino Scott Fernández, estos dos últimos debutantes en un Open Británico y en un Grand Slam.