Nuevo tropiezo del Marbella FC ante el Cádiz B (1-0)

El Marbella FC no levanta cabeza y este fin de semana ha sumado su segunda derrota consecutiva. Justo cuando el equipo necesitaba un impulso en forma de victoria para no descolgarse del todo de los puestos altos de la tabla, los únicos que permiten jugar una futura fase de ascenso. Pero esta vez, ante el Cádiz B, tampoco fue posible. Era un duelo directo y de vital importancia, también para los amarillos después de encadenar cinco derrotas seguidas, pero finalmente los tres puntos se quedaron en la tacita de plata. 

Las bajas se convirtieron en otro handicap para los marbellíes: sin Granero ni Herrero, el entrenador berciano tuvo que optar por Añón y Santomé para completar el once.

Con esta derrota por la mínima, que llegó a raíz de un gol firmado por Saturday en los minutos iniciales del encuentro, y del que el Marbella FC ya no logró reponerse, el proyecto liderado por Aira con el firme objetivo de entrar, al menos, en la liguilla para pelear por ser equipo de la categoría de plata parece descartado.

El margen de maniobra que le quedaba al conjunto blanquillo para alcanzar el primer gran objetivo de esta campaña era ya corto antes de encarar este partido, pero ahora queda reducido a un milagro. 

A los jugadores de José Manuel Aira les costó un mundo generar ocasiones de peligro y los tiros a portería rival brillaron por su ausencia. El gol tempranero tampoco ayudó. Un córner a favor del conjunto gaditano acabó con el gol de Saturday de cabeza, un auténtico mazazo desde los primeros compases del choque. 

Poco ofreció el equipo marbellí durante la primera mitad, más allá de un lanzamiento en largo de Añón, que se marchó desviado, y los intentos verticales de Tresaco o Marcos Ruiz por ganar metros y generar alguna ocasión. No obstante, la falta de coordinación entre los blanquillos y los despejes de los gaditanos no dejaron que las acciones llegaran a buen puerto.

Con el marcador a favor, el Cádiz B cada vez que mostraba más sólido y confiado en el césped del Ramón Blanco, solo les valía la victoria para salir del bucle negativo en el que llevan inmerso desde que arrancase el año. 

Mientras tanto, el Marbella FC no bajaba los brazos y ganaba metros, pero el guardameta cadista, Juan Flere, no tuvo trabajo en todo el partido. Por mucho que lo intentaran los blanquillos, el peligro que generaban en los últimos metros era inexistente.

De esta manera, el conjunto amarillo supo llevar los tiempos del enfrentamiento, controlaba el juego y en el tramo final, donde el equipo de Aira llegó a protagonizar alguna ocasión aislada con poco éxito, se cerró en defensa para minimizar aún más las opciones del Marbella FC.

El resultado final fue seña inequívoca del buen hacer del Cádiz B y la nula creación de los marbellíes, que regresan a la Costa del Sol con las manos vacías y una gran sensación de importancia. El próximo partido tendrá lugar el miércoles de la semana que viene en casa de la Balompédica Linense, un encuentro determinante para el futuro de Aira.