El FMI advierte de que la economía de EEUU podría continuar por debajo de su potencial hasta mediados de 2009

Con los precios de las casas estadounidenses cayendo en todo el país y arrastrando la economía a la baja, el FMI afirmó que la política monetaria debería mantenerse estable por ahora, incluso si seguían creciendo las preocupaciones en torno a la inflación. "Las preocupaciones sobre la actividad necesitarían ser mucho más pronunciadas para justificar una posición expansiva", indicaron varios funcionarios del FMI en un informe, en el que destacaron sus consultas con el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal.

El FMI también comentó que el declive del dólar estadounidense había posicionado a la moneda mas cerca del equilibrio a medio plazo, pero el personal estimó que su valor se encuentra aún en el lado fuerte. El personal del fondo aseguró además que los funcionarios estadounidenses consideran que el dólar se ha movido en línea con los fundamentos.

DEPRECIACIÓN DEL DÓLAR

Sin embargo, varios directores del FMI advirtieron e que la depreciación del dólar era mas contra la mayoría de las monedas de libre oscilación como el euro, que con respecto a las monedas de países con un gran superávit en la cuenta corriente, como China. También indicó que la expansión de los programas de hipotecas garantizadas podría prevenir una declinación excesiva en los precios de las viviendas y que respaldaban las medidas del Gobierno de Estados Unidos destinadas a resucitar al mercado inmobiliario.

La ley, promulgada ayer por el presidente George W. Bush, lanza una iniciativa gubernamental de 300.000 millones de dólares para refinanciar las hipotecas en problemas. La nueva ley también aumenta la supervisión de Fannie Mae y Freddie Mac, que poseen o garantizan casi la mitad de la deuda hipotecaria de 12 billones del país.

"Respaldamos rotundamente la iniciativa, dada la importancia de minimizar las ejecuciones hipotecarias previsibles", manifestó un miembro del FMI en una conferencia telefónica. Por último, agregó que "la decisión de los prestamistas de pasar a pérdida las hipotecas y modificar los términos es voluntaria, y la pregunta es: ¿hay suficientes incentivos para que los prestamistas hagan eso?".