Energía

España lanza un ‘macrotest’ de mercado para poner a prueba la revolución del hidrógeno verde

Enagás activa el proceso para comprobar el interés real de energéticas e industrias por el ‘nuevo’ gas verde y por los grandes corredores de tubos para transportarlo.

Planta de Iberdrola de hidrógeno verde.

Planta de Iberdrola de hidrógeno verde.

David Page

España aspira a convertirse en el primer gran ‘hub’ de hidrógeno verde del mundo y ser protagonista de la que se espera sea nueva revolución energética para impulsar la descarbonización. Grupos energéticos e industriales cuenta ya con una ‘megacartera’ de casi un centenar de proyectos de producción de hidrógeno renovable -que utiliza electricidad procedente de energías renovables para su generación- repartidos por todo el país. Y el Gobierno ya ha proyectado una red de grandes corredores de tubos para transportar el nuevo gas verde tanto dentro del país como hacia Europa.

Ante el aluvión de proyectos empresariales que se preparan y las inversiones milmillonarias que exigirá la construcción de los grandes hidroductos, España lanza el primer gran test de mercado para conocer el interés real de las energéticas para producir hidrógeno verde y de la gran industria para consumirlo.

Enagás, el gestor del sistema gasista español y operador de red de gasoductos, se dispone a activar el proceso para medir por primera vez de manera tentativa el volumen de oferta y demanda que podría tener el hidrógeno verde en el mercado español y chequear la voluntad de energéticas e industria de utilizar los corredores troncales para transportar el hidrógeno que se pretenden levantar en los próximos años. Enagás presentará la próxima semana las características y objetivos del ‘macrotest’ a productores de hidrógeno, consumidores industriales, comercializadoras energéticas y a agentes intermediarios del mercado.

Radiografía del futuro boom

Tras la presentación pública, el grupo abrirá a partir del 22 de septiembre y durante dos meses una ‘call for interest’ para que productores y consumidores presenten ofertas no vinculantes para utilizar la futura red de tubos. Se tratará del primer mecanismo de casación de oferta y demanda de hidrógeno en el mercado español, aunque de momento no vaya a tener carácter vinculante para las compañías.

“Hace falta tener una radiografía más precisa para saber dónde está la oportunidad de producción y de consumo de hidrógeno renovable en España”, explica el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, en la VIII Foro de la Energía organizado por El Economista. “Hay que aterrizar los proyectos iniciales para tener más precisión sobre las fechas de funcionamiento, sobre información comercial y sobre precios orientativos”. El grupo dará a conocer los resultados de esta primera ‘call for interest’ en el primer trimestre del próximo año.

Captación de clientes de los tubos

A lo largo de 2024 abrirá otro proceso para recabar ofertas ahora sí vinculantes de las compañías (conocido como ‘open season’) y que supondrá de manera efectiva el inicio de la captación de clientes para los futuros hidroductos. Una suerte de preventa de la capacidad de los tubos para transportar el hidrógeno desde los centros de producción y hasta los centros industriales que lo consumirán.

La del hidrógeno verde-que utiliza electricidad procedente de energías renovables para su generación- está llamada a ser una de las próximas grandes sacudidas del sector energético en unos años, con el objetivo de sustituir el gas natural por un gas verde sin emisiones en los sectores económicos que tiene difícil la electrificación de sus procesos.

Almacenes de hidrógeno.

Almacenes de hidrógeno.

Enagás lleva años trabajando en el diseño de la denominada columna vertebral española del hidrógeno, que contempla la construcción de grandes corredores internos de transporte y también de conexiones internacionales por unos 7.000 millones de euros. Está prevista su ampliación y su desarrollo, según crezcan la producción y la demanda de hidrógeno verde, que no produce emisiones de CO2 al ser obtenido con electricidad procedente sólo de energías renovables.

Los corredores internos y el H2Med

El test de mercado que ahora arranca está pensada para chequear el interés por utilizar la red de corredores internos para mover el hidrógeno dentro de España. España ha proyectado construcción dos grandes corredores internos de transporte de hidrógeno verde y ha presentado la petición a la Comisión Europea de que sean reconocidos como proyectos de interés común de la UE y recibir así fondos europeos para financiar las inversiones necesarias.

Se trata de un gran corredor que unirá Huelva, Puertollano (Ciudad Real), Zamora y Gijón y de otro que conectará Gijón, Barcelona y Cartagena. Además, el Ejecutivo también busca financiación de la UE para construir dos almacenamientos subterráneos para hidrógeno en cavidades salinas en Cantabria y País Vasco. Enagás calcula que para las instalaciones doméstas serán necesarias inversiones por 4.670 millones de euros.

La red de corredores internos se utilizarán para mover el hidrógeno entre centros de producción y de consumo, pero también alimentarán la futura gran conexión con Europa. España, Francia y Portugal han pactado impulsar el primer gran corredor de hidrógeno de la Unión Europea y posteriormente han sumado a la iniciativa también a Alemania. Un proyecto faraónico, denominado H2Med y con inversiones previstas de casi 2.500 millones de euros.

El plan original pactado entre Madrid, París y Lisboa pasaba por unir los tres países con un corredor con dos tramos que está previsto que estén operativos entre 2028 y 2030. Un tramo unirá España con Portugal (entre Celorico da Beira y Zamora, con una inversión de 350 millones) y el otro con Francia (entre Barcelona y Marsella, con un tubo submarino que costará 2.135 millones). Tras sumar también a Berlín, la red de tubos se extenderá por suelo francés hasta llegar a Alemania y la pretensión es acabar desplegándolos a otros países del norte y el centro de Europa.

Un centenar de proyectos

Los grupos españoles tienen planes concretos para construir un total de 94 plantas de producción de hidrógeno verde antes de 2030, con una potencia conjunta de electrolizadores (que ejecutan el proceso que permite separar las moléculas de hidrógeno del agua) de casi 17.200 megavatios (MW), según los últimos datos actualizados y recabados por la Cátedra de Estudios del Hidrógeno de la Universidad Pontificia Comillas.

La potencia conjunta de la cartera de proyectos diseñados por energéticas y grupos industriales se sitúa un 56% por encima del objetivo que ha marcado el Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por la vicepresidenta en funciones Teresa Ribera, en la nueva versión de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que aún debe ser aprobada por Bruselas.

El ‘megaplán’ verde revisado contempla una previsión de que España llegue a 2030 con una potencia de electrolisis para producir hidrógeno verde de 11.000 MW. Una nueva meta que ya casi triplica el modesto objetivo de sólo 4.000 MW que se planteaba en la Hoja de Ruta del Hidrógeno aprobada previamente.