Vacaciones para jubilados

Un caótico comienzo de temporada asesta un nuevo golpe a los viajes del Imserso

Los usuarios señalan a las agencias de viaje, a quienes acusan de tener prioridad a la hora de realizar las reservas

Turistas del Imserso con maletas en Benidorm.

Turistas del Imserso con maletas en Benidorm. / David Revenga

Sara Ledo / Paula Clemente

Un caótico comienzo de temporada da la última estocada a los viajes del Imserso. El programa de vacaciones para jubilados ideado por Felipe González hace 40 años no consigue retomar el vuelo a pesar de que en su última edición el Gobierno prometía una modernización para adaptarlo a los nuevos tiempos. Pero la realidad es que no ha habido nada de eso. A las ya habituales quejas de los operadores que se han quedado sin poder participar del megacontrato y de los hoteleros, por los bajos precios, se han sumado este año las de los usuarios ante el colapso del sistema informático en el arranque de la campaña y la imposibilidad de conseguir una plaza. 

“La web estaba bloqueada. Podías acceder, pero no podías reservar nada”, aseguraba uno de los lectores de EL PERIÓDICO en una de las muchas quejas recibidas después de que el jueves 26 de octubre se iniciara la comercialización de estos viajes. “El primer día que se abrieron las ventas hubo un colapso en la web de Turismo Social que bloqueó las ventas y cuando los usuarios intentaron entrar más tarde estaban ya todas las plazas vendidas. Somos conscientes de que ha habido problemas”, explica el secretario general de la Mesa del Turismo, Carlos Abella. Los usuarios señalan a las agencias de viaje, a quienes acusan de tener prioridad a la hora de realizar las reservas. Pero estas niegan la mayor y aseguran que la experiencia es para ellos la misma que para el resto. "El sistema no funcionó para nadie, tampoco para nosotros", asegura el presidente de Fetave, César Gutiérrez Calvo.

Fetave, junto a Acave y UNAV han enviado una carta al secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, y al director del Imserso, Luis Alberto Barriga, que les habían convocado a una reunión el viernes, pero este lunes la cancelaron por "la situación política actual y la formación de un nuevo Gobierno". No obstante, las tres agencias volverán a enviar otra misiva a los responsables del programa este martes para solicitar una nueva fecha de encuentro, así como un "informe público" sobre la comercialización del programa con datos con el número de viajeros, las plazas, la categoría de los hoteleros o la distribución de las ventas por agencias, entre otros.

"Creemos que hay muchas menos plazas individuales, que hay una bajada en la categoría de los hoteles, también que hay menos plazas en Andalucía, Canarias y Baleares, por lo que nos dicen las agencias, pero no podemos asegurarlo. Es importante saber qué ha pasado y, así, poder mejorar para el futuro", explica Gutiérrez Calvo.

Este año, por primera vez en la historia del polémico programa, una sola empresa se hizo con los tres lotes (costa peninsular, costa insular y turismo de interior) del megacontrato, que asciende a unos 300 millones de euros por temporada. Fue la unión de empresas Turismo Social, formada por Ávoris y Halcón Viajes, que se impuso a Mundiplan (una Unión Temporal de Empresas –UTE– integrada por IberiaIAG Alsa), Seniorplan 2.0 (otra UTE formada por NautaliaSeniorplan y Autocares Vera) y Soltour. Las tres concursantes fallidas recurrieron la decisión del Gobierno, pero finalmente el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) desestimó el recurso. Ni Turismo Social, ni el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 han respondido a la petición de este medio sobre los problemas encontrados por los usuarios. 

Pocas plazas

La Mesa del Turismo, que incluye entre sus socios a la adjudicataria Ávoris, da otra clave, más allá de los problemas puntuales que hayan podido surgir este año, el inconveniente principal está en el diseño del programa porque hay muy poca oferta para tanta demanda. Este año se pusieron en venta unas 880.000 plazas para 4,2 millones de inscritos. Es decir, solo podrán conseguir plaza una de cada cinco personas que lo intente. "Inevitablemente 3 millones de personas se quedan sin plaza. Y el Gobierno ha anunciado que amplía el plazo para que se inscriba más gente, lo cual no se entiende. Quizás es para colocar aquellas que no se han cubierto porque son menos atractivas", reconoce Carlos Abella.

Las plazas licitadas son 70.000 más que en la temporada anterior, pero están lejos de los 1,2 millones de plazas que llegó a tener el programa en sus mejores tiempos, como en la temporada 2011-2012 cuando superó el millón, aunque entonces el presupuesto ascendía a unos 100 millones de euros, mientras que en la última década se ha situado en el entorno de los 70 millones de euros. Esta temporada, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 había anunciado cambios para primar la calidad y mejorar los viajes, buscando mejor categoría de los hotelesmejor accesibilidadregímenes alimenticios más variados y saludablesun transporte más rápido y cómodo o una mayor oferta de municipios. Pero tanto el dinero público como el número de plazas se mantiene en el mismo umbral.

Peor categoría

Fuentes del sector reconocen que la calidad no ha mejorado y aseguran que la sensación este año hay más hoteles de tres estrellas que de cuatro. El secretario general de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, Antonio Aranda, asegura que esta temporada, a diferencia de las anteriores, no está publicada la lista de hoteles que participan en el programa. "Este año hay un secretismo tremendo por publicar los hoteles que están", añade. La secretaria general de la asociación hotelera valenciana Hosbec, Mayte García Córcoles, redirige su queja hacia un viejo problema, el de los precios bajos. "La resolución, la adjudicación y la puesta en marcha ha sido bastante traumática para el sector empresarial hotelero, que al final son la base de los viajes", dice, y propone que los hoteles puedan participar en la licitación pública directamente.

"Ahora funciona con una negociación unilateral entre mayorista y hotelero, sin ninguna referencia de costes. Siempre ha sido así, pero mientras había un equilibrio de precios se notaba menos, pero en los últimos años las materias primas y los costes energéticos se han disparado. Un programa que se paga entorno a 22 y 24 euros por persona al día con un coste de producción mínimo de 30 o 32 euros implica trabajar a pérdidas", explica. Los hoteleros insisten en que los 'viajes del Imserso' necesitan un lavado de cara porque, dicen, "el usuario final no es el mismo que hace 20 años". "Ni tiene el mismo perfil de viajero, ni de movilidad, ni de pensiones", insisten.

Reclamaciones

En cuanto a los derechos de reclamación que tienen los usuarios afectados por esta situación, la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) advierte que el asunto es más complicado de lo que parece. En primer lugar, porque hay toda una parte del servicio que depende del Gobierno, con lo que cualquier traba atribuible a ella sería un problema del ciudadano con la administración pública, no un conflicto como consumidor. Luego, porque es un programa que involucra a varias empresas, lo que complica que un usuario sepa identificar quién es el culpable de su situación. Y aunque reclamar es relativamente sencillo, difícilmente se traducirá en que los usuarios que se hayan quedado fuera puedan disfrutar del viaje. 

Uno de los miembros del área jurídica de CECU, Miguel Crespo, considera que “hay que exigir a las empresas implicadas que den cumplimiento a este contrato, que respondan y den una situación a las personas que se hayan podido quedar sin su viaje”. Y empieza por recordar lo más básico: si una página web no funciona, tendría que haber un teléfono gratuito habilitado para resolver el problema. Incluso así, ante un escenario como este, Crespo recomienda elevarlo al Ministerio de Consumo. “Hay que exigir a la administración pública lo que le toca y a las empresas públicas lo que toca”, sintetiza este profesional, recordando que este tipo de concursos públicos tienen sus penalizaciones y eso puede hacer que otro año, esta misma compañía no se lleve el concurso.