Cambio de propiedad

Los fondos acreedores toman el control del gigante siderúrgico Celsa

La hasta ahora mayor empresa familiar de Cataluña deja de estar bajo la batuta de los Rubiralta y pasa a manos de varios accionistas

La planta de Celsa de Castellbisbal.

La planta de Celsa de Castellbisbal. / FERRAN NADEU

Gabriel Ubieto

Los fondos acreedores han anunciado este viernes que toman de manera formal el control de la propiedad del gigante siderúrgico Celsa, que emplean a unos 10.000 trabajadores en toda España. La hasta ahora mayor empresa familiar de Cataluña deja de estar bajo la batuta de los Rubiralta y pasa a manos de varios accionistas que en su día compraron millonarias deudas que habían ido contrayendo estos industriales catalanes.

Los nuevos propietarios de Celsa ganaron judicialmente el caso el pasado septiembre y la operación estaba pendiente de ratificarse a nivel formal. Sobre la misma sobrevolaba la posibilidad de que el Gobierno interviniera y frenara el traspaso, invocando una protección especial por considerar Celsa un entramado empresarial estratégico y abriendo un escenario incierto para sus factorías y trabajadores.

No ha sido así, el nuevo Ejecutivo -constituido desde hace pocos días- ha bendecido la operación y los nuevos amos han otorgado ya las riendas del entramado empresarial a Rafael Villaseca, que será el nuevo presidente no ejecutivo, en sustitución de Francesc Rubiralta. La silla del consejero delegado la pasará a ocupar Jordi Cazorla.

Los nuevos amos de Celsa, entre los que se cuentan bancos como Deutschebank o fondos como HSBC y SVP Global, entre otros, cierran así de manera oficial el cambio de propiedad. Los fondos también han avanzado la composición de parte del consejo de administración. Daniel Alaminos, abogado del Estado, será secretario del consejo. Y, provisionalmente, entrarán de manera independiente Maria Esther Alfonso EvisaAntonio Arenas RodrigañezFrancisco Javier Díaz-Gálvez de la Cámara y Luis Aurelio Martín Bernardo.

"Estos nombramientos se producen en el marco de la aplicación del plan de reestructuración aprobado a principios de septiembre por sentencia judicial, que permitirá a Celsa reducir su deuda en 1.400 millones de euros y ampliar en 5 años -hasta octubre de 2028- el vencimiento de la deuda restante, dejando a la compañía con una situación financiera muy mejorada", han manifestado los nuevos propietarios en un comunicado.