Previsiones de la OCDE

La OCDE rebaja en cinco décimas y prevé que España crezca un 1,4% en 2024

El órgano internacional estima que el PIB español aumentará un 2,4% este año

La mitad de los países de la OCDE gravan beneficios caídos del cielo de empresas.

La mitad de los países de la OCDE gravan beneficios caídos del cielo de empresas.

Enric Bonet

La ralentización de la economía española se acentúa de cara al año que viene. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha rebajado en cinco décimas sus previsiones de crecimiento para España y estima que su Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 1,4% en 2024, en lugar del 1,9% pronosticado en septiembre, cinco décimas menos. Según el informe trimestral publicado este miércoles por el organismo internacional, con sede en París, el PIB español aumentará un 2,4% este año, la misma previsión que hacía en septiembre. Pero se desacelerará y perderá un punto de crecimiento en 2024. Y de cara al 2025 prevé un repunte hasta el 2%.

La rebaja del crecimiento español el próximo año va en la línea de las previsiones hechas por otras entidades nacionales e internacionales. La Cámara de Comercio de España ya rebajó este lunes su estimación a un 1,6% del PIB en 2024, mientras que la Comisión Europea indicó en octubre que esperaba un aumento del 1,7%. En cambio, el Gobierno español se mantiene más optimista y confía en crecer un 2%.

Por encima de la media de la eurozona

No obstante, España se mantiene como el gran país de Europa Occidental que resiste mejor a la actual desaceleración económica, especialmente en el Viejo Continente. Su economía crece este año claramente por encima de la media de la zona euro (0,6%), y lo mismo sucederá en 2024. 

La economía alemana, de hecho, decrecerá este año (-0,1%) y apenas aumentará un 0,6% el que viene. La francesa también tendrá un crecimiento raquítico, tanto en 2023 (0,9%) como 2024 (0,8%). Lo mismo sucede con Italia (0,7%) o Países Bajos (0,5%). Solo Irlanda, Grecia, Croacia y los bálticos se moverán por encima de los parámetros de España.

Después de la crisis de la inflación y las repercusiones de la guerra de Ucrania, que afectaron especialmente a la economía de Alemania, el motor económico de la Unión Europea, ahora el PIB de los distintos países del bloque se ve lastrado por la política monetaria del Banco Central Europeo y los elevados tipos de interés para hacer frente a la inflación. Y eso repercute en sectores como la construcción o el financiero. 

El crecimiento europeo queda rezagado

La OCDE advierte de que la disminución de la inflación será más lenta de lo previsto a nivel mundial, lo que “limita las posibilidades de reducción de los tipos de interés en 2024”. El aumento de los precios en los países del G20 pasará del 6,2% en 2023 a 5,8% en 2024, según el informe de esta organización. “El impacto del aumento de los tipos de interés y el endurecimiento de las normas de crédito podrían resultar más fuertes de lo previsto, conllevando una ralentización más marcada del gasto y un incremento del desempleo”, añade.

En el caso de Estados Unidos, “hay el riesgo de que la inflación resulte persistente”, mientras que sobre Europa planea el fantasma de una desaceleración más marcada y que su crecimiento quede rezagado respecto a otras potencias. La economía estadounidense resiste mejor a la ralentización que la europea y está previsto que su PIB crezca un 2,3% este año. La china se incrementará un 5,2% en 2023 y 4,7% en 2024.

Además de la ralentización, la economista jefe de la OCDE, Clare Lombardelli, advierte sobre el aumento de los déficits públicos a causa del mayor coste de la deuda —por los elevados tipos de interés —, la subida del gasto militar y las inversiones para afrontar la urgencia climática, así como el envejecimiento de la población que repercute en un mayor gasto en pensiones. El organismo prevé para España un déficit público del 3,2% en 2024 y del 3,1% en 2025. Unos porcentajes ligeramente superiores a lo establecido por la controvertida regla europea.