La cocina es en esta época del año, y más que nunca, el motor de la casa. Ahora toca hacer acopio de suculentos manjares con los que deleitarnos estas navidades. Pescados, mariscos, carnes, embutidos, dulces y un sinfín de ingredientes para elaborar recetas con las que tirarnos al ruedo en los fogones. Por ello, el frigorífico se convierte en estos días del año en imprescindible, transformándose en una auténtica pantalla de Tetris en los que buscar hábilmente el hueco exacto para cada lata, táper o bandeja del súper.

Sin embargo, pese a que muchas de las cosas que entran en casa tendrán una estancia breve, no debemos descuidar el cómo se almacenan y conservan. Evitar los odiosos y temidos problemas gástricos es uno de los ítems a lograr en Navidad. Otro es que, al conservar correctamente los alimentos preservamos la calidad, las propiedades nutricionales y organolépticas -sabor, olor, color y textura- de los mismos. Pero antes de meternos en faena debemos tener en cuenta que los alimentos se deben clasificar en frescos, refrigerados y congelados, procurando mantener siempre la cadena del frío.

Aquí van algunos consejos de la 'Guía de la alimentación saludable' de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria para poder guardar correctamente cada grupo de alimentos tanto en la zona de frío del frigorífico como en el congelador.

Factores fundamentales para la conservación

La temperatura: Los alimentos se alteran principalmente por la acción de las bacterias, que son muy activas a temperatura ambiente. La zona de peligro donde los microorganismos crecen y se multiplican rápidamente está entre los 5ºC y los 65ºC. El frío hace más lento o detiene el desarrollo de las bacterias.

El tiempo: Deben estar a temperatura ambiente lo menos posible. Los alimentos cocinados que no se vayan a consumir inmediatamente, deben conservarse en frío.

Tipo de alimento: Existen alimentos que impiden la multiplicación de las bacterias, como los muy salados o muy azucarados, siendo el bacalao, la leche condensada o las mermeladas, claros ejemplos. Otros, sí debemos conservarlos con más cuidado. como las carnes picadas, quesos blandos, salsas y nata montada, mayonesa, preparados con huevo, frutas y verduras cortadas, aves y pescados y mariscos

Consejos para el camino del súper a la nevera

Organiza tu compra para tardar el menor tiempo posible: Si tenemos claro dónde vamos a comprar podemos calcular el tiempo. Cuanto más tardemos en llegar a casa, alimentos frescos como lácteos, carnes o pescados aumentarán su temperatura y el riesgo de estropearse.

Mantén el frío de los congelados con bolsas isotérmicas: Cómpralas en el súper y tenlas siempre a mano en casa o en el coche.

Separar correctamente los alimentos en las bolsas: Tómate tu tiempo para aislar bien los productos fríos y no mezclar alimentos que puedan contaminar, interferir en los olores y sabores con otros como por ejemplo las carnes crudas con verduras de hoja.

En la nevera, organización

La temperatura ideal de refrigeración oscila entre 0 y 5ºC. Dentro del frigorífico dispón los alimentos separados para que circule el aire. Y cada alimento fresco en una zona específica:

  • En la rejilla inferior. Alimentos crudos como carne, ave y pescado -separados correctamente- y productos de origen animal en descongelación.
  • En la rejilla del centro. Alimentos cocinados como sobras de comida, embutidos, mayonesa, productos en descongelación de origen vegetal.
  • En la rejilla superior. Productos lácteos como yogur, queso, natillas o huevos.
  • En la puerta. Bebidas o alimentos que se consumirán en menos de 3 o 4 días, como leche o zumos de frutas.
  • En el verdulero. Verduras, hortalizas y frutas.

Tiempo de conservación

  • 1 día: Pescado fresco y carne picada.
  • 2 a 3 días: Carne cocida, pescado cocido y carne cruda.
  • 3 a 4 días: Leche pasteurizada o leche esterilizada previamente abierta, verduras cocidas y postres caseros.
  • 4 a 5 días: Verdura cruda y conservas abiertas.
  • Hasta 5 días: Platos cocinados. 2-3 semanas: Huevos.

Aprende a congelar cada alimento

Hay que tener en cuenta que cuanto más baja es la temperatura de congelación, menor es la velocidad a la que se reproducen las bacterias de los alimentos. Lo ideal para conservar alimentos congelados es -18ºC o menos.

Dejar un espacio de 2,5 cm entre la tapa y los alimentos. Ya que éstos se expanden cuando se congelan.

Debes dejar enfriar los alimentos antes de introducirlos en el congelador. Porque si están calientes puede afectar negativamente a la temperatura de otros.

Carnes y aves. Sacar el producto del envase inicial, eliminar la grasa visible y los huesos.

Pescados. Descamar, destripar, separar la cabeza, lavar y secar.

Envolver los productos en porciones más pequeñas, por ración. Además de ser cómodo, cuanto más pequeñas sean las porciones a congelar, mejor y más rápida será la congelación.

Usa bolsas de plástico herméticas. Quita siempre la mayor cantidad de aire posible.

Anota la fecha de congelación en la bolsa. Así, sabrás qué productos hay que consumir antes.

Verduras y hortalizas. Antes de congelar verduras y hortalizas, salvo la cebolla y el ajo, debemos cocinarlas o blanquearlas. El 'blanqueado' o 'escaldado' consiste en sumergir la verdura durante 2 minutos en agua hirviendo. Así, frenamos su deterioro y eliminamos bacterias. Hay que escurrir, secar y colocar en bolsas sin aire.

Huevos. Nunca congelar los huevos enteros ya que la cáscara se rompe. Hay que batirlo y meterlo en un frasco de cristal etiquetado con la fecha de inicio de congelación.

Platos preparados. Podemos utilizar recipientes de plástico rígido, sin grietas ni fisuras, y aptos para congelador.

Pastas y patatas. Es conveniente no congelar estos alimentos ya que las patatas se endurecen y las pastas se ablandan.

Tiempos de conservación en el congelado

  • Pescado azul y mariscos: hasta 2 meses.
  • Pescados magros o blancos: hasta 5 meses.
  • Aves: 6 a 9 meses. Hortalizas y verduras: de una temporada a la otra -12 meses-.
  • Carnes rojas: entre 8 y 12 meses.
  • Vísceras de cualquier animal: hasta 6 meses.
  • Huevo batido: hasta 6 meses.
  • Cordero: hasta 8 meses.
  • Cerdo: hasta 6 meses.
  • Pan y bollos: hasta 3 meses.

Cómo descongelar correctamente

Podemos descongelar los alimentos en el horno microondas o en el frigorífico, nunca a temperatura ambiente.

En el microondas: Usando la opción 'defrost' o 'descongelar'. No es adecuado para descongelar trozos grandes de carne.

En el frigorífico: La descongelación también puede comenzar la noche anterior a la preparación. Los alimentos congelados se deben colocar en la rejilla inferior unas horas previas a la cocción, para que el exudado que desprenden las carnes o pescados no caiga encima de otros alimentos y los contamine.

No es necesario descongelar las hortalizas. Podemos introducirlas congeladas al agua hirviendo, o al aceite de fritura, siempre en pequeñas porciones para no disminuir la temperatura del mismo.

Una vez descongelados, los alimentos deben cocinarse rápidamente. Si es un plato cocinado, debe llevarse a ebullición por unos minutos, así, nos aseguraremos de que desaparezca cualquier bacteria que haya podido contaminar el producto.