Restaurante Ocho llegó a la ciudad de Málaga hace dos años (Calle Pedro de Toledo, 2) , ¿qué puede encontrar el comensal en este establecimiento?

Ante todo calidad en los platos y exclusividad en el servicio. Para nosotros es fundamental el producto y la transparencia con el cliente, queremos que cada comensal sepa exactamente lo que va a comer, de donde viene y como se ha procesado. Y, con respecto a la atención, que cada persona que pasa por aquí se sienta como en casa, con un cierto toque de locura y mucha pasión. Al fin y al cabo, Ocho no solo es un restaurante sino que lo entendemos como un centro de arte en movimiento.

Por segundo año consecutivo han entrado en el ranking de los 100 Mejores Restaurantes de España que organiza la App El Tenedor, además en esta segunda ocasión son el único restaurante malagueño con esta distinción, ¿qué se siente?

Ufff, se siente di-vi-no... (risas) Lo cierto es que es todo un orgullo y una responsabilidad, un subidón de energía tremendo. Sobre todo porque el premio te lo dan los comensales con sus opiniones y su puntuación.

¿Cómo se integra en una misma cocina la comida argentina y la fusión?

Con mucho trabajo... (risas). Por un lado ofrecemos lo que la gente espera encontrar en un restaurante argentino: Carne argentina a la parrilla, empanadas y platos tradicionales argentinos que van rotando según la estación del año, por ejemplo, ahora en invierno nuestras sugerencias son guisos criollos emblemáticos como el Locro, la Carbonada o el Guiso Carrero, entre otros. Nos gustaría destacar que la carne que trabajamos es exclusivamente argentina, raza Black Angus Premium; con las empanadas seguimos el recetario tradicional argentino de principios del siglo XX, al igual que con los platos típicos. Con respecto a la cocina fusión, siempre a partir de lo argentino, la influencia mexicana y peruana es notable en nuestra oferta de verduras y hortalizas; la francesa en nuestro amplio apartado sobre el pato y su mundo; y la británica en nuestra carta de postres.

El concepto «slow food» es uno de los pilares de este establecimiento, ¿qué significa?

El concepto «slow food» es muy amplio, de hecho es todo un movimiento a nivel mundial. Nosotros, a nivel gastronómico, rescatamos tres principios. En primer lugar el uso de materia prima de primera calidad procedente, sobre todo en el caso del producto fresco, de productores independientes, a ser posible de cercanía, estacional y orgánico. En segundo lugar, el trato que se la da a esa materia prima, somos enemigos de los conservantes, todo lo que se sirve en Ocho es casero y elaborado de forma artesanal. Finalmente, una cocina casera y artesanal requiere tiempo para la elaboración de cada plato, al Ocho no se puede venir con prisas, de hecho, nuestro lema es «Si tienes prisa, no vengas al Ocho» (Risas) ¡Es verdad! Comer es un arte y un privilegio: Tienes que conocer lo que comes, tomarte tu tiempo para disfrutar y valorar la calidad.

La carta tiene ejes temáticos, ¿nos puede detallar un poco más?

Claro. Nuestra carta no se organiza de acuerdo a aperitivos, primeros, segundos, etc., sino que se articula en torno a grupos de alimentos. «De la Empanada Argentina» ofrece 9 tipos de empanadas de las más de 20 que hay en Argentina. «Del Reino Vegetal» son platos elaborados con hortalizas y verduras, generalmente de estación, aptos para vegetarianos y veganos. «Del Pato y su Mundo» es nuestra apuesta por el foie gras francés y el pato, y uno de los apartados estrella de la carta. «De la Parrilla Argentina» engloba todas las carnes argentinas, obviamente lo más requerido por nuestros comensales. «Quesolandia» es un recorrido de quesos malagueños, argentinos e italianos. Y «Sugerencias del Chef...», que rota estacionalmente para aprovechar lo mejor de cada mes.

Si tuviera que recomendar algún plato que no se puede quedar sin probar el cliente, ¿cuál o cuáles son?

Todo, ¡que para eso cocinamos 20 horas al día! (risas). Fuera de broma, imperdibles las carnes en general, las empanadas, la Terrina de Foie Trufado, el Tataki de Magret de Pato-Frambuesas Rellenas de Foie-Reducción de Fondillón y las sugerencias de temporada. Por ejemplo, este invierno es imperdible el Locro.

¿Guardamos un hueco para los postres?

¡Obvio! Nuestros postres son caseros, 100% artesanales -como nuestra cocina- y, algunos de ellos, como nuestra tarta de zanahoria, son únicos ya que siguen una receta familiar que se remonta a la Primera Guerra Mundial. Imperdible el Brownie y el Saragli... y si te va la marcha, el Panqueque con Dulce de Leche. Además cada estación se ofrece un postre diferente, el de este invierno es la Pastafrola.

Málaga es una ciudad con una amplia oferta en restauración, ¿qué les diferencia del resto?

La particularidad de la oferta y la transparencia con el cliente, en Ocho el comensal sabe que tiene la certeza que va a comer lo mejor de lo que se le ofrece y elaborado exclusivamente para él.

¿Cuál es su objetivo en esta segunda etapa?

Llegar vivos a la tercera... (risas) En realidad, seguir dándolo todo como lo hemos dado hasta el día de hoy, y siempre ir un poco más allá de nuestros límites, ya que el Arte no los tiene..

Finalmente, ¿quiénes son Ocho, cómo surgió?

Eso es una larga historia de sexo, traición y pasión... (risas). Ocho somos dos artistas polifacéticos que en este momento de nuestra vida canalizamos nuestra sed de arte a través de la gastronomía, una locura total que se traduce en los platos y que es lo que a la gente más le engancha. Y pensar que todo surgió a raíz de una apuesta... Crear un restaurante que tuviera todo aquello que echábamos en falta cuano salíamos a cenar.