Para Margarita del Cid empieza a haber una sobreactuación entre el comportamiento de algunos partidos y lo que demanda la gente en la calle: «Si votan que entren cinco o seis partidos en el Ayuntamiento quieren que hablemos, digo yo». Con ese espíritu, asegura, afronta el escenario postelectoral, del que quiere salir como máxima triunfadora. La victoria es gobernar y lo demás se lo lleva el viento o el olvido. En su muñeca luce una pulsera artesanal en la que está bordado «alcaldesa». No le molesta que el color sea morado. «Parece de Podemos». En su caso, sin embargo, no hay duda de que representa al PP.

El PP pasó en 2015 a la oposición, un territorio casi olvidado para su partido en Torremolinos. ¿Cómo ha visto la evolución del municipio desde entonces?

Las personas que durante muchos años han planteado esperanzas en un cambio, estarán ahora muy perplejas. La situación en Torremolinos ha sido, en muchas ocasiones, rocambolesca a lo largo de estos cuatro años. Hemos tenido un único presupuesto durante toda la legislatura. Excepto la peatonalización de la plaza Costa del Sol, no se ha hecho ninguna gran infraestructura en el municipio, a la vez que Torremolinos se ha deteriorado mucho por la falta de mantenimiento. Lo que se nos ha vendido como ahorro es, simplemente, falta de gestión.

¿Siente que acude lastrada a las urnas por la situación convulsa que se ha vivido, por momentos, en su partido?

Yo me siento plenamente respaldada. Además, tengo que agradecer que mucha gente que abandonó el PP hace tiempo, ahora ha vuelto. No hay más que mirar mi lista para darme cuenta.

¿Cómo describiría su candidatura?

Me he intentado rodear de buenas personas que lo sepan hacer mejor que yo. No hay que tenerle miedo a eso.

¿No ser la fuerza más votada el 26M es un fracaso para el PP?

No necesariamente. Por supuesto, la aspiración máxima del PP de Torremolinos es ganar y gobernar. Pero hay otros escenarios. No ganar, pero gobernar. Ganar y no gobernar.

¿Tiene vetos para los posibles pactos postelectorales?

En política, yo creo que hay que hablar con todo el mundo. Por lo menos, para escuchar lo que cuentan. Que te lo digan a la cara. Hay que aceptar que estamos en una nueva situación, en la que ya no hay solo dos partidos. Hay que ser capaces de tener mínimos y máximos. Lo único que hay que exigirle al otro partido para cogobernar es que tenga un mínimo de lealtad. Pero el PP de Torremolinos aspira a ganar y a gobernar.

De las medidas que lleva en su programa electoral para Torremolinos, ¿cuál destacaría?

Lo más atractivo para Torremolinos es el soterramiento de la anterior 340 y hacer un gran bulevar, desde la rotonda del Turista hacia el Ayuntamiento.

¿A usted le gusta el Monumento del Turista?

A ver, obedece a una época y a una estética del pasado. No es la que me gusta a mí. Pero yo no pienso en que lo que hayan hecho los demás sea malo de por sí. Al final, el PSOE lo ha dejado como está. Creo que a ellos sí les gusta.

Echa de menos una candidatura de Pedro Fernández Montes. ¿Se le cae un rival con el que confrontar?

A ver, a mí me gusta confrontar proyectos. Pero me gusta más sumar. Un alcalde tiene que gobernar para toda la ciudad.

¿Qué pasa con el edificio en la plaza Picasso, que estaba proyectado para el museo municipal de Torremolinos? ¿Qué uso le piensa dar, dado que todo sigue paralizado?

Yo le he dado muchas vueltas a eso. He hablado con la Junta de Andalucía para ver si nos podían echar una mano económicamente. La respuesta que obtuve es que hay fondos tanto para el proyecto museográfico como para el museológico. Es decir, el proyecto tal y como estaba estipulado. Lo que se ha hablado, de situar ahí unos juzgados, es un despropósito. Yo, independientemente de quien la gobierne, quiero que la Junta cumpla con Torremolinos. Estoy contenta de que este proyecto ahora tenga el respaldo de la Junta detrás.

¿Qué planes tiene para el barrio del Calvario?

Es un barrio que está muy dejado. Nosotros hemos presentado un plan de embellecimiento que pasa por la mejora de las aceras y el alumbrado. El arbolado tampoco es el más adecuado y la movilidad está muy limitada. Quiero que de forma radial se transforme entero. Es un barrio con un potencial enorme.

¿Hay margen para atraer más inversión a Torremolinos?

Y tanto. El Palacio de Congresos lleva tres años sin comercializarse. En la época en la que tenemos menos ocupación hotelera, el Palacio de Congresos siempre nos ha echado un cable. Es una infraestructura que necesita una modernización, pero es que las cosas no se hacen solas. Torremolinos tiene tres grandes infraestructuras, que son el Auditorio, la Plaza de Toros y el Palacio de Congresos. Las tres, absolutamente infrautilizadas. La Plaza de Toros se puede utilizar como un gran espacio cultural.

¿Confía en la construcción del centro comercial Intu?

Es algo que no se va parar. Creo que es una inversión segura y cierta. Hay que crear sinergias en el municipio. Yo creo en un Centro G¡Histórico que esté vivo, que atraiga a gente. En una Carihuela que siga creciendo. Muchas familias viven de esa actividad. Hay que trabajar para que ese foco de atracción que puede ser Intu, llegue a todo el municipio.

¿Qué es para usted la esencia de Torremolinos?

De quedarme de algo de Torremolinos, me quedo con el mar y sus playas. Fue lo que nos situó en el mapa. Luego, el ambiente cosmopolita. Torremolinos ya era amable cuando España era más hostil. Creo que eso nos ha marcado a todas las personas que hemos nacido en Torremolinos. El hilo conductor que tenemos es el mar.

El colectivo LGTBI está muy vinculado a Torremolinos. ¿Seguirá contando con el respaldo del que goza ahora si usted es alcaldesa?

Es un colectivo muy importante para Torremolinos. Lo valoro mucho y pueden tener la certeza de que todo lo que organiza el Ayuntamiento con ellos, será mejor y estará mejor gestionado.

En materia de IBI, ¿haría cambios?

Yo propongo una nueva ordenanza de IBI. Las personas que vivan en Torremolinos van a pagar menos IBI. También, las familias monoparentales. Habrá, además, bonificaciones para las personas mayores, las familias numerosas y los parados de larga duración. Creo en un Torremolinos más social y con menos presión fiscal. El ciudadano tiene que notar menos presión.

¿Usted se imagina gobernando con siete concejales, como lo ha hecho el PSOE?

Yo soy una luchadora. Así que me imagino. Estaría todo el día al pie del cañón.

¿Cuál es su escenario ideal?

Uno en el que tenga la mayoría suficiente como para tomar decisiones y sentirte respaldada. Un escenario que me permita devolver la ilusión a Torremolinos.

Entre Vox y Ciudadanos, ¿con quién prefiere pactar?

Yo me sentaría a hablar con todos. No he puesto cordones sanitarios en mi vida. Creo que lo he demostrado de sobra en la Mancomunidad, donde he tenido una excelente relación con todos los partidos. Los cordones sanitarios los dejo para otros. Estamos hablando de nuestro municipio y veremos lo que digan las urnas.