La cita es a mediodía en la redacción del periódico. La campaña está en su fase intermedia. De la Torre llega puntual y saluda a todos los presentes con cordialidad, pero sin excesos. La forma de saludar define a las personas. ¿Es una falsa cercanía ante la tormenta de datos sobre Málaga que está a punto de sufrir el entrevistador? Uno tiende a pensar que no, pero no se sabe del todo bien. Placer y sufrimiento se van intercambiando a lo largo de la conversación.

Entre el retiro merecido y la alcaldía de Málaga, usted ha optado por la segunda.

Debo recordar que a mí me lo pide el partido.

Entonces, ¿su candidatura se puede considerar como el último favor al PP?

Por ahora, es el último.

¿Vendrán más?

Bueno, no lo sé. No creo que me pidan que deje la alcaldía si obtengo la confianza de los malagueños. Yo me presento para estar los cuatro años.

No le teme a que en su epitafio político quede grabado eso de que se pudo ir por la puerta grande, pero se le pasó el momento.

Depende de lo que se defina como puerta grande y puerta pequeña. Si tú estás trabajando en política con un sentido del servicio al bien común, poniendo los intereses de Málaga por encima de cualquier otra consideración, incluso por encima de la de tu partido, siempre sales por la puerta grande.

¿Perder la alcaldía sería una mancha negra imborrable en su trayectoria política?

Tengo la percepción de que podemos ganar las elecciones. Mayoría absoluta es muy difícil. En caso de que no se diera, las ambiciones para Málaga, de hacer una ciudad más potente en todos los sentidos, se mantiene.

Los votantes más jóvenes tienden, generalmente, al cambio. ¿Qué argumentos tiene para atraerles a su papeleta?

Ellos son capaces de reflexionar. Los jóvenes antes han sido adolescentes y antes niños. Pero han tenido una percepción del cambio de la ciudad. Si yo me remonto a la etapa en la que yo era niño, yo me daba cuenta de la ciudad que teníamos. Estos jóvenes, hace 20 años, por ejemplo, no tenían esta oferta cultural. En ese cambio que ha experimentado Málaga, ellos han visto que el papel municipal, el papel de nuestros equipos, ha sido esencial.

¿Ese cambio de la ciudad lo personifica en su gestión?

En todos los que han trabajado por Málaga. A la propia sociedad de Málaga, pero está claro que hemos dado un impulso. Hemos tenido claro en qué puntos se tenía que basar la estrategia del avance de Málaga. Cultura, turismo, turismo de congresos, la rehabilitación del Centro... Málaga ya tiene imagen de vanguardia en Europa.

Hay una creencia firme entre el malagueño: el Centro está muy limpio y los barrios están sucios. ¿Cómo se puede revertir esta situación?

Con más trabajo, con más esfuerzo y con el convenio de productividad, recientemente aprobado. Y también con la nueva maquinaria que vamos a ir incorporando para hacer más baldeos. Málaga tiene un buen clima, pero deja de llover durante muchos meses y se nota la necesidad.

La Unión Europea dio mucho dinero para recuperar el Centro con el objetivo de mantener a sus vecinos. En concreto, 85 millones de euros según datos del OMAU. Pero los vecinos se están marchando. ¿Qué está fallando?

Es un tema que pasa en todas las ciudades. La llamada gentrificación de los centros, eso ha pasado en todo el mapa urbano de Europa.

¿El Centro ya no puede ser un barrio residencial?

Hay que compatibilizar que el Centro sea al mismo tiempo un barrio, y que la ciudad tenga más centralidades. Que el papel de motor y de corazón no corresponda sólo al Centro Histórico de la ciudad. Un ejemplo de formidable motor es la Tabacalera.

¿Hay burbuja del alquiler en Málaga?

Yo no sé si hay burbuja. Yo sólo sé que están subiendo los precios. Llevamos años buscando viviendas en alquiler para alquilarlas y, luego, subvencionar a las familias que no tienen medios. Sabemos como está el mercado porque no encontramos viviendas.

El 69% de los pisos turísticos catalogados como tal están en el Centro. ¿Impulsará la regulación de este fenómeno si repite como alcalde?

Ya dije en el último debate del estado de la ciudad que había que avanzar sobre esto. ¿Qué pasa? Que tiene que regularse desde la Autonomía y el Estado. Necesitamos tener mecanismos eficaces. Nosotros ya hemos colaborado con la Junta en la identificación de viviendas no inscritas en el registro. Eso lo digo con todo el afecto a los interesados en las viviendas turísticas. Pero hay que ver el contexto en el que nos movemos. La ciudad tiene una capacidad y no debe ser superada. Y que todo esto esté acompañado de calidad.

¿Hay que mejorar o repensar la política de protección del patrimonio en Málaga?

Nosotros hemos ayudado a que se respeten más de 500 edificios en los últimos 20 años. Hemos puesto una cantidad importante de esfuerzo nuestro. Puedo poner muchos ejemplos de rehabilitación: Tabacalera, Palacio de Villalón, Acueducto de San Telmo... hay mil ejemplos de edificios salvados por el Ayuntamiento. La lista es interminable.

¿Es cierto el tópico de que usted busca concejales de bajo perfil para que no le hagan sombra?

Al revés, cuanto más alto el perfil, mejor. Las incorporaciones son de perfil altísimo, aparte de los que están ya, que tienen un perfil muy consolidado.

¿Cómo se justifica que mantenga en su candidatura al concejal Pomares, a pesar de estar investigado por el caso Villas del Arenal?

Por un derecho fundamental de presunción de inocencia. Y porque sé que no hubo nada en aquella materia. La prueba está en que el Juzgado de Instrucción número 8 de Málaga ha sobreseído lo relativo a Porras. Del mismo modo, estoy seguro de la inocencia de Pomares.

¿No teme que su inclusión de ambos le complique la posibilidad de llegar a un hipotético acuerdo, de nuevo, con Cassá?

El acuerdo del PP y Ciudadanos a nivel regional ampara mi decisión. No ampara la decisión del señor Cassá.

Él no piensa lo mismo.

Pero porque él no lo había leído. Me lo dijo a mí. No le habían pasado el acuerdo.

En todo caso, parece que la relación entre usted y Cassá ha vivido momentos mejores.

Le he reconocido siempre que nos ha dado estabilidad, pero hay momentos en los que se equivocó. Por ejemplo, frenó durante tres años el tema de Moneo, lo que ha hecho mucho daño a la ciudad. En el tema de los presupuestos, no ha estado nada bien.

¿Pactaría con Vox?

Si no tenemos mayoría absoluta, estudiaremos el mapa electoral y haremos lo que sea mejor para Málaga. Es un futurible. En todo caso, los votantes de Vox tienen todo mi respeto.

¿La lista más votada el 26 de mayo debería gobernar el Ayuntamiento de Málaga?

Lo normal es que el más votado, sea el que trate de formar gobierno.

¿Tomaría posesión de su acta si pasara a la oposición?

Evidentemente, sí. Pero yo confío en los malagueños. En que despertemos más confianza que otras opciones para esta nueva etapa. Porque hemos hecho lo que nadie ha hecho, poniendo a Málaga por encima de otros intereses.