Muchos han calificado a Andrew Butler como el salvador de la música disco de este siglo que anda sobrado de figuras mesiánicas y obras rupturistas. Pero su historia al frente de Hercules & Love Affair, una banda en el que su miembro no fijo es el más famoso, comienza en Nueva York, una ciudad en la que nada suena exagerado. Esta semana ha vuelto a España para defender en directo el debut homónimo que han publicado este año: hoy actúa en Barcelona, mañana lo hará en Murcia y el domingo se presentará en Málaga antes de continuar finalizar su gira en Madrid, el lunes. Después de recibir a la diva Róisín Murphy, el Teatro Cervantes volverá a colocar las luces de discoteca para que nadie se sienta fuera de lugar cuando llegue el momento de bailar al ritmo de ‘Blind’, aunque sea sin Antony.

Antes de afincarse en la ciudad de los rascacielos el joven productor y DJ nacido en Denver era un artista amateur. A finales de los ochenta llegó a Nueva York y se convirtió en una de las criaturas que pueblan las discotecas de la ciudad. De ahí surge la influencia retro de sus canciones, ese dance pasado de moda y algo petardo, aunque recuperable, que engancha con el house. Ahí encontró también el acompañamiento perfecto para sus canciones, las voces de la transexual Nomi (colaboradora de CocoRosie), la DJ hawaiana Kim Ann Foxmann y al extravagante Antony Hegarty, que más tarde sería conocido en todo el mundo por sus melodramáticas discos publicados con su banda como Antony and the Johnsons y que no le acompaña en esta visita a España. Bajo el amparo del sello DFA y con el apoyo de Tim Goldsworthy como productor, Butler dio forma a su proyecto de nombre mitológico. El próximo domingo los malagueños podrán comprobar cómo funciona en directo.