­La Mirada Invertida ya abordó la realidad de las empleadas del hogar en «Cuidado, resbala». Ahora insisten en «Boconas».

Está claro que hay un nexo, una unión entre Boconas y Cuidado resbala, historias de visibilización y reivindicación personal y de género. ¿Boconas ha sido la consecuencia natural de Cuidado resbala?

Boconas es un proyecto que promueve Aspa (Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz) de manera independiente a Cuidado Resbala. Aspa trabaja en Bolivia y querían desarrollar todo un proyecto de sensibilización con jóvenes andaluces a través de historias de vida de mujeres indígenas trabajadoras del hogar. ¿Por qué ellas? Porque son un ejemplo concreto de una tripe discriminación: de género, de etnia y de clase. Este proyecto surge en el año 2009 y no es financiado hasta el año 2014. Quien iba a hacer lo ya no podía y pensaron en nosotras. No sólo es un documental, sino todo un proyecto educativo que se puede visualizar en www.aspafragmentos.com .

¿Cómo conocen a las protagonistas?

Del proyecto original conservamos a Eusebia. Aspa nos daba libertad para buscar otras mujeres, otras historias. En el proceso de investigación contactamos con el grupo feminista Mujeres Creando y fueron ellas las que nos hablaron de Radio Deseo y del programa Soy Trabajadora del Hogar con Orgullo y Dignidad y de Yolanda Mamani, de su gran carisma y personalidad. De ella había información ampliada en internet y también hay acceso a la programación de la radio. La Radio nos parecía un hilo conductor muy interesante, por dar voz a las que de manera tradicional nos la tienen y porque es un ejemplo de empoderamiento. Las demás protagonistas las conocimos por Sandra Bustamante, de Aspa.

El documental es también, de fondo, un retrato de un país, Bolivia, con graves problemas en el ámbito del machismo, las relaciones de pareja, domésticas, etc.

El proyecto original quería trabajar estas temáticas y otras: violencia de género y violencia estructural, trabajo de cuidados, trabajo infantil, inmigración, derechos, educación, empoderamiento y participación. Buscábamos mujeres que tuvieran historias de vida que nos pudieran enlazar con estos subtemas. Y a la vez la idea es hacer paralelismos con la realidad de acá. Pero hablamos de problemas mundiales, ya que vivimos bajo el patriarcado y al sistema de dominación masculino no estamos ajenas ninguna sociedad. Por otro lado, Bolivia tiene a nivel normativo una constitución y leyes equiparables o más avanzadas que cualquier país europeo...

¿Por ejemplo?

La ley boliviana habla de feminicidio, un concepto mucho más amplio que la asesinato de género en España. Se define como como todo acto de violencia hacia la mujer por el simple hecho de ser mujer (una violación por un desconocido en la calle que acaba en asesinato y no sólo por un asesinato cometido por una pareja o expareja). Aunque la justicia que aplica la normativa sigue masculinizada y es machista a la hora de enfrentarse a casos de violencia y no se asignan los recursos presupuestarios necesarios. Bueno, igual que aquí.

En Bolivia las empleadas del hogar se han dado cuenta de la importancia de la unión y de la protesta en común. ¿Y en España?

Bolivia es un país donde la forma de organización tradicional antes de la colonización era muy comunitaria. En Bolivia hay sindicatos que representan todos los sectores laborales y también existe el sindicato de las Trabajadoras del Hogar, que lo armaron las propias empleadas domésticas a partir de los 80. Lo cual es muy novedoso y diferente a España, donde no existe tal articulación, con algunas excepciones como Territorio Doméstico y alguna experiencia en el País Vasco, promovidas casi siempre por el movimiento feminista.

[Boconas se proyecta hoy en el Cine Albéniz a las 19.00]