Biografías

Lenin: biografía de un genio

En el centenario de la muerte del revolucionario, Espasa recupera ‘Lenin’ una completa y excepcional biografía escrita por Hélène Carrère d’Encausse, una de las mayores especialistas en la historia de Rusia y la Unión Soviética

Se cumplen cien años de la muerte de Lenin.

Se cumplen cien años de la muerte de Lenin. / L. O.

Lenin moría en enero de 1924 , sesenta y ocho años después, en enero de 1992 la URSS dejaba de existir, el comunismo y la revolución estaban desacreditados y las estatuas de los jefes comunista, desmontadas, yacían en los parques, testimonio, de una gloria desvanecida, pero en la plaza Roja, delante del Kremlin, el mausoleo cuna de la revolución seguía albergando el cuerpo embalsamado de Lenin. Las gentes hoy ya no hacen colas para contemplar su cuerpo, pero el recuerdo de Lenin no ha desaparecido totalmente de las conciencias.

Su destino póstumo tan singular, la fascinación que todavía ejerce en muchos rusos, se explica en principio porque, contrariamente a otros líderes, no fue un hombre aislado, sino que se inscribe en una corriente duradera, la de las utopías y en una trinidad mítica, la de Marx, Engel, Lenin; se explica también porque durante tres cuartos de siglo el peso del comunismo le prtegió al ser el primero que convirtió la utopía en poder.

Pero ahora, una vez rechazado el comunismo, es necesario descubrir al hombre con las preguntas inevitables. ¿Quién fue? ¿Un criminal responsable de una de las mayores tragedias del pasado siglo o una víctima de los giros súbitos de la Historia, a la que un nuevo giro hará un día justicia?

Es la exégesis, en palabras de la propia autora, Hélène Carrère d’Encausse, de ‘Lenin’, la biografía más completa y documentada de una de las figuras trascendentales de la historia del siglo XX, que ahora recupera la editorial Espasa al cumplirse cien años de su fallecimiento, en enero de 1924. Hélène Carrère, fallecida en agosto pasado, Premio Princesa de Asturias, descendiente de una familia de aristócratas georgianos que conoció la prosperidad y, después de la revolución rusa, la pobreza y el exilio, ha sido una de las grandes especialistas de Rusia y la antigua Unión Soviética, y la monumental biografía de Lenin es uno de sus frutos.

Ella misma señala en la introducción que «la ambición de este libro es contribuir a arrancar a Lenin de las pasiones ideológicas para situarlo en la historia de un siglo, el pasado que, se quiera o no, habrá estado dominado ante todo por sus ideas y por su voluntad».

Hélène Carrère establece dos grandes periodos en esta biografía. Los primeros veinte años de exilio los pasó soñando con la revolución y forjando su instrumento: el partido bolchevique. En febrero de 1917, la Revolución Rusa tuvo lugar sin él. Pero en octubre tomó el poder. En sólo cuatro años, Lenin construyó un Estado todopoderoso, reconstruyó el Imperio, creó el Partido Mundial de la Revolución y estableció el comun. A pesar del terrible número de víctimas del régimen que estableció –más de cien millones de muertes– la biografía que ofrece Hélène Carrère es clara: un genio político; Lenin fue el inventor de un sistema de poder sin equivalente en la historia del siglo XX.

Tras el ajusticiamiento de su hermano mayor y la muerte de su padre, el joven Lenin se fue uniendo poco a poco al movimiento radical. Lee a Marx, participa en reuniones políticas. Vigilado por la policía, finalmente fue arrestado en 1895 y luego deportado a Siberia.

Tras la condena siberiana, Lenin emigró a Suiza con su esposa Nadezhda Krúpskaya y comienza a defender sus ideas revolucionarias en los círculos del exilio... Tras un largo exilio, la oportunidad se presentó durante la Revolución de febrero de 1917. Pero las Tesis de Abril que Lenin desarrolló a su llegada a Petrogrado (San Petersburgo) conmocionaron a todos. El 10 de octubre de 1917, Lenin regresó a Petrogrado disfrazado con una peluca. Logró convencer al Comité Central de que votara a favor de una insurrección...

Hélène Carrère d’Encausse explica como Lenin siempre se guió por su feroz voluntad de occidentalizar Rusia, que consideraba el camino para su progreso y modernidad. Y cuando piensa en ello ve la revolución como el único camino y el mas seguro para sacar a Rusia del atraso. El marxismo era la fórmula para resolver la occidentalización. «Pero en su feroz voluntad de occidentalizar por medio de la revolución, al aplicar su concepción de las relaciones entre poder y sociedad, Lenin detuvo la modernización en curso (iniciada con la revolución de febrero) sustituyó la democracia en marcha por un sistema totalitario y apartó a Rusia durante mucho tiempo del mundo occidental».

Lenin tenía una visión mundial, internacionalista. Su lucha era por la emancipación mundial del proletariado. La revolución rusa era para él la «chispa» que debía prender el mundo. Pero en 1920, una vez esfumada esta extensión revolucionaria, se dedicó al pragmatismo. Aceptó ceñirse a un estado fuerte con fronteras sólidas y admitir la supervivencia del capitalismo y terminará pactando con ese mundo la «coexistencia pacífica».

La biografía de Hélène Carrère d’Encausse argumenta que Lenin fue a un tiempo un prodigio táctico y un genio político que inventó la fórmula para transformar una utopía en realidad tangente. Si hubiese fracasado, figuraría en los libros de historia como un personaje secundario. Pero transformó su sueño en realidad «y este éxito –que no justifica las tragedias inherentes a la empresa leninista- le vale sin embargo ocupar en la historia un lugar de excepción. El más importante, probablemente, por la influencia que ha ejercido», fija en su conclusión la gran historiadora.

Lenin

Lenin / L. O.

Lenin

Héléne Carrère d’Encausse

  • Editorial: Espasa
  • Traducción: Mauro Armiño
  • Precio: 29,90 €