Diario

Rafael García Maldonado: hacer literatura de la vida

El autor malagueño continúa en ‘De mis sombras, hijo’ su Diario de cabotaje, una empresa en la que este farmacéutico tocado por la escritura y la lectura convierte su existencia en brillante materia literaria

Rafael García Maldonado.

Rafael García Maldonado. / La Opinión

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

La portada de ‘De mis sombras, hijo’ (editorial Confluencias), la segunda entrega de los ‘Diario de cabotaje’ de Rafael García Maldonado (Málaga, 1981), reproduce una foto coloreada del escritor Joseph Conrad con su pequeño hijo John. La elección no es baladí, pues además de que estos diarios, que cubren los años 2016-2017, están impregnados de la paternidad recién estrenada del autor y por partida doble, con la llegada al mundo de su primer hijo y el nacimiento al final de la obra del segundo, Joseph Conrad es uno de los autores de cabecera del escritor malagueño, junto a otros como Faulkner, Onetti, Caballero Bonald, Pessoa o Juan Benet, tan presentes tanto en su vida como en su variada obra.

Porque en esta segunda entrega de los diarios (la primera fue ‘Una inmensa soledad’) se aprecia la simbiosis perfecta entre vida y literatura de este escritor todoterreno, tocado por el rayo que marcaría su vocación gracias a la lectura en su adolescencia de ‘El barón rampante’ de Ítals Calvino, un obra que, como recuerda en este diario, «prendió la llama de esta pasión desaforada».

Autor de novelas, algunas de ellas de claro aroma conradiano como ‘El desaliento’; de cuentos (su excelente ‘Si yo de ti me olvidara, Jerusalén’, fue finalista del premio Andalucía de la Crítica en 2021) y creador de un universo propio, el territorio literario de Majer, como el de sus autores más admirados, Rafael García Maldonado firma también un ensayo biográfico sobre Juan Benet, un nombre que le ha marcado en la búsqueda incesante de un estilo propio, algo que el malagueño ha encontrado sin duda.

En su faceta como diarista, este farmacéutico de profesión y vocación escribe con elegancia y precisión (vaya aquí la anécdota de que escribe bien la expresión latina «una rara avis», que bien puede definirle en el panorama actual) y sobre todo, lo hace con la mirada escrutadora de quien convierte toda la realidad en materia literaria.

Por eso, ‘De mis sombras, hijo’, un verso de Luis Rosales, es pura delicia porque el autor, que en el momento de escribir estos diarios es todavía un ‘joven treintañero’, tiene la pericia de crear en esta obra pura literatura, de tal forma que, como los buenos diaristas, no es esta una sucesión de hueras escenas profesionales y familiares en el día a día de un farmacéutico en Coín sino una novela de la vida, gracias a su sensibilidad y mirada certera. El propio autor llega a esa conclusión: «...quizá no sean diarios, sino piezas líricas que mezclan la memoria y el día a día, es decir, literatura a secas, sin calendarios ni realismo».

Portada de la obra.

Portada de la obra. / L.O.

Rafael García Maldonado ha configurado esta segunda entrega como un largo texto dirigido a su primer hijo, Rodrigo y el enfoque funciona, especialmente en los momentos en los que el autor se abre en canal ante la maravilla y el misterio de ser padre: «Cuando, como ahora, en esta larga y aciaga noche de guardia en la que escribo pienso en ti, desaparecen la angustia, el dolor y la soledad, y desaparece también este estéril, lacerante ego, y dejo de mirar adentro para únicamente mirar afuera, hacia ti y tu sonrisa, tu vulnerabilidad, hacia tu jerigonza incomprensible en la que, estoy seguro, me estás diciendo que me quieres».

En su diario, deja espacio para la reflexión sobre las circunstancias orteguianas, sobre el hecho de nacer en una familia acomodada en el sur de España, reflexiones y recuerdos que además de combatir el tópico asociado a este tipo de lazos en Andalucía, transforma en literatura como hiciera Juan Goytisolo con su infancia y raíces familiares.

Además, si algo está muy presente en este diario aparte de la estrenada paternidad es una mirada cómplice y misericorde con los desvalidos del mundo, criaturas marcadas por la edad, el dolor o un azar trágico; hay mucha complicidad con ‘los olvidados’, que diría su también admirado Luis Buñuel.

Resulta imposible resumir las acertadas pinceladas de vida y libros de este diario que es pura fusión de ambos. Baste decir que tan presente está su familia como reflexiones cargadas de melancolía sobre ‘Los muertos’ de Joyce o la lectura sosegada de la obra magna de Proust.

En resumen, un escritor tocado por un estilo que fluye con acierto en estos diarios que, confiemos, no sean los últimos. El cabotaje debe continuar.

De mi sombras, hijo. Diario de cabotaje (2016-2017)

Autor: Rafael García Maldonado

Editorial: Confluencias

Precio: 22,90 €