Si algo tiene Andalucía es mucho arte y muchos bailes. Desde el fandango de Huelva, pasando por las sevillanas típicas de, claro, Sevilla o las rejas de Granada y el vito de Córdoba llegamos a nuestra Málaga y sus malagueñas y verdiales. De estilo Comares, Montes o Almogía, este baile típico son los protagonistas estas fiestas.

En estos días de Feria, las calles del centro de Málaga se llenan de música y tradiciones que envuelven a malagueños y foráneos, que son incapaces de moverse del sitio viendo todos los espectáculos, entre los que se encuentran los verdiales.

No hay rincón de la calle Larios donde no resuenen las castañuelas y platillos y dejen marca los zapatos después del baile. Eso son los verdiales, magia por donde pasan. No hay nadie que quiera perderse esta tradición típica de nuestra ciudad y tan seguida por todos. Desde el mediodía y hasta la media tarde, siempre entre aplausos y vítores, estos once días de fiestas, los verdiales llegan para quedarse.

Para muchos es la primera vez, otros no pueden evitar moverse al ritmo de la música. Eso sí, ninguno es capaz de no grabar las actuaciones con su móvil y reproducirla después para volver a empaparse del arte andaluz. Nadie queda indiferente y todos quieren seguir grabando y enviando a amigos y familias lo que están viendo. A cada paso que da la panda, decenas de personas los acompañan esperando la siguiente actuación.

No pasan desapercibidas las sonrisas de los componentes que, con la mayor ilusión, hacen de cada una su mejor actuación. En el aire se impregna el sentimiento y las ganas que cada uno de ellos muestra al público que se contagia de este ambiente festivo.

Los verdiales no tienen edad, está demostrado. Mezclados mayores y niños, padres e hijos, abuelos y nietos, todos quieren disfrutar de la tradición familiar y mantener viva la llama malagueña más antigua y, como no, mostrarla a todos.

No solo actúan en Feria, este baile popular se representa durante todo el año en diferentes lugares, siempre arropados por el público fiel. Aunque los tiempos han cambiado, como las modas, los verdiales siguen en pie de guerra durante muchos siglos más.

Testimonios

"A todos los sitios donde vamos siempre hay gente que viene a vernos"

Salvador Ruiz, de la Asociación Cultural de Folclore Marisol

"Me encantan los verdiales, los sigo desde pequeña. Me gusta sentirlos y el escuchar el violín y la guitarra, la bandurria"

María José, de Málaga

"Los malagueños tenemos los verdiales y no hay que perder esta tradición tan nuestra. Las canciones son verdaderas y son gente que se divierte"

Concha, de Málaga

"Hay malagueños que no conocen los verdiales y sí conocen las sevillanas. El público al que le gusta siempre está aquí para vernos y también los nuevos"

Ramón Santamaría, vicepresidente de la Federación Panda Verdiales