El casi desconocido concepto de patrimonio industrial empieza a calar en Málaga y a ser conocido y asumido por la clase política. El pasado de la antigua clase obrera malagueña comienza a protegerse con acciones como la que ayer realizó el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, que acordó declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento, la chimenea de la central térmica de la Misericordia. En verano de 2004, la Administración autonómica paralizó el derribo de la chimenea que había iniciado Sevillana-Endesa, propietaria de los terrenos.

Construida en 1960, el Consejo de Gobierno destaca en una nota que la chimenea "constituye uno de los elementos característicos del paisaje de la capital malagueña". La declaración de Bien de Interés Cultural establece además un entorno de protección de 89.935 metros, incluida una franja costera en la que se encuentra el espigón de la antigua fábrica, utilizado en su origen para descargar minerales.

Con ello, la Junta de Andalucía aumenta casi seis veces el área de protección inicial, fijado en junio de 2004 en 15.000 metros cuadrados, cuando comenzó a incoar el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural de la chimenea.

Además del aspecto paisajístico, la Junta ha valorado los elementos históricos, testimoniales, científicos y técnicos de esta chimenea de 65,10 metros de altura, con un diámetro de 6,5 metros en la parte inferior y 4,75 en la parte alta. Fue construida con bloques de hormigón, revestida por dentro con ladrillos refractarios. La central de La Térmica, de la que hoy sólo queda la chimenea tras ser desmontada desde el verano de 2004, fue levantada como consecuencia del programa de desarrollo que a mediados de los años 50 puso en marcha en Andalucía el Instituto Nacional de Industria.

Reacciones. Para el delegado de Cultura de la Junta, Francisco López, con esta actuación "preservamos la memoria de la Málaga industrial, representada por el frente de chimeneas en esta parte del litoral, incluida la chimenea de La Térmica, que, aunque sea la más reciente, forma parte del entorno industrial de Málaga".

El delegado de Cultura destacó que los casi 90.000 metros cuadrados de protección no impiden construir sino que "cualquier intervención en el entorno tenga el informe favorable de la Junta". El objetivo -revela- es que no se repita el `encajonamiento´ de la chimenea de La Malagueta.