josé vicente rodríguez. Málaga

La empresa Bacardi España anunció ayer a sus 68 empleados de Málaga la decisión de cerrar la emblemática planta de embotellado situada en el polígono de Santa Teresa e inaugurada en el ya lejano 1974 para trasladar la actividad a Mollet del Vallès (Barcelona). La empresa explicó que sus planes pasan por "consolidar sus operaciones en España en una única planta y trasladar así a Mollet del Vallès todo el embotellado de ron que realiza en la actualidad en su planta de Málaga".

La noticia cayó ayer como un jarro de agua fría entre los empleados, a quienes la empresa les comunicó su decisión por la mañana, pocas horas antes de la nota oficial, según explicaron a este periódico fuentes sindicales.

La compañía alega que los "cambios" en las condiciones del mercado, la búsqueda de "costes más competitivos" y de "economías de escala" han sido los "factores determinantes" para tomar la decisión de suprimir la planta de embotellado de Málaga. "La concentración de las operaciones en un único centro es la mejor decisión para lograr la competitividad de la empresa en el largo plazo. De los dos centros operativos en España, la planta de Mollet, que embotella y exporta un mayor volumen, está más cerca y es más accesible a los mercados clave de la compañía", apunta Bacardi.

El traslado de la planta a Cataluña concluirá en marzo de 2008. Bacardi España, según confirmó un portavoz de la compañía, ha ofrecido a los empleados que lo deseen el traslado a Mollet. A los que no quieran aceptar esta oferta, se les ofrecerá "ayudas económicas y profesionales en su transición a un nuevo puesto de trabajo".

Al parecer, hoy mismo comenzarán los contactos con la plantilla -entre los que quedan personas que comenzaron a trabajar en los 70- para informarles de las condiciones del traslado o, lo más lógico, de la baja incentivada.

La planta de Málaga se dedica al embotellado de ron procedente del Caribe, desde el que realiza la distribución al resto de España y a algunos mercados europeos.

Instalaciones. El famoso Cortijo Bacardi quedará así totalmente inactivo, ya que el embotellado era el único trabajo que se hacía en Málaga desde que hace diez años, en 1997, un expediente de regulación de empleo redujera la plantilla de entre 150 y 170 trabajadores a los 68 actuales. En esa ocasión ya se suprimieron departamentos como el de distribución o venta.

Bacardi no quiso ayer explicar cuál será el futuro de esas instalaciones, ya que ahora, según explicó su portavoz, la "prioridad" es "resolver el futuro de los trabajadores". El suelo está calificado como de uso industrial y fuentes del Ayuntamiento afirmaron que no ha habido ninguna pretensión de la compañía para una recalificación.

Con la marcha de Bacardi, la actividad embotelladora de Málaga queda reducida a la planta de Coca Cola que gestiona Rendelsur y la planta de San Miguel, del grupo cervecero Mahou.