Kelly no sabía que ésas serían sus últimas vacaciones cuando decidió venirse, junto a su marido y sus dos hijos menores, a pasar un periodo de descanso invernal en España. La pareja eligió Marbella, concretamente el Hotel Don Pepe, pero lo que comenzó siendo una discusión, fue subiendo de tono hasta convertirse en un cruel homicidio. La Fiscalía Provincial de Málaga solicita un total de 14 años de cárcel para el irlandés Michael D. M. A., mayor de edad y sin antecedentes penales en este país, por haber arrojado a su propia esposa desde la cuarta planta del hotel. El acusador público quiere además que el procesado indemnice a los herederos de la víctima con 200.000 euros por los daños morales causados.

Según consta en la calificación provisional del acusador público, remitido a la Sala del Jurado de la Audiencia Provincial de Málaga, "el acusado, Michael D. M. A., mayor de edad y con pasaporte irlandés y sin antecedentes penales en España, estaba casado con Kelly A. C., con la que tenía dos hijos menores de edad".

Así, el acusado, su esposa y su pequeño de tres años viajaron por vacaciones a España en febrero de 2000, y se instalaron en la habitación 421 del Hotel Meliá Don Pepe, ubicado en la calle José Meliá de Marbella.

Una vez allí, todo parecía transcurrir dentro de los cauces normales, pero "sobre las 19.00 horas del día 11 de febrero de 2000, el procesado inició una fuerte discusión con su esposa, en la que estaba presente el hijo menor del matrimonio", relata el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales. "En el curso de la discusión, el acusado, con la intención de acabar con la vida de Kelly A. C., la arrojó desde la cuarta planta del referido Hotel Don Pepe", añade el responsable de la acusación pública.

La mujer fue trasladada de forma inmediata al Hospital Costa del Sol de Marbella tras los hechos, debido a la presencia de numerosos testigos en el lugar. Sin embargo, no pudo aguantar con vida más de dos jornadas, y falleció a las 8.00 horas del 13 de febrero de 2000 debido a las graves heridas ocasionadas por el choque.

El fiscal ha calificado los hechos como un presunto delito de homicidio, en el que concurre la circunstancia mixta de parentesco, y por tanto opera como agravante de la responsabilidad criminal.

De ser condenado, el procesado pasará 14 años en la prisión provincial de Alhaurín de la Torre, y tendrá que hacer frente a las costas del proceso y a una indemnización de 200.000 euros que percibirán los herederos de la víctima, presumiblemente sus hijos.

El juicio se celebrará en la Sala del Jurado el próximo mes de octubre.